" Y reir a carcajadas, fumarme un cigarro en tu cama sentada. Salir, correr sin más. Soñar. Esperar que salga el Sol en las mañanas de lluvia que miramos juntos la ventana ... No podría cambiar estas cosas jamás. Siempre me ha gustado poder decir algún día: "He logrado conquistar el mundo. " Hoy lo conseguí. Estoy a tu lado, conquisté mi mundo: Tú"
Ella caminaba sin destino fijo por esa fría ciudad. Enfundada en ese abrigo amarillo, con esos guantes que aunque pequeños son justo de su tamaño y él, en su mente, claro. Mordisquea el cable de los cascos, mira la hora y parece que no pasa el tiempo. Paseos en soledad, sintiéndolo aunque lejos. Aunque efímero fue intenso, esporádico, sin sentido, sincero. Ella, no sabía mucho de matemáticas, tanto que sin mesura amó hasta quedarse sin reservas porque él dijo: "Yo te quiero hasta infinito más uno ¿tú? ¿Cuánto me quieres a mí?" . Pero nunca llegó a tanto, ni ella ni nadie. Tantas hipótesis que nunca llegaron a ser investigadas, se quedaron en eso... En "y si..", en ayer.