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La respuesta

"Increíble es pensar que todo saldrá bien por una vez. Grande es la fortuna que uno tiene si eso pasa. Miro tu foto y me cuesta pensar que pasará mucho tiempo hasta que nos volvamos a ver. ¿Será una señal? No lo sé, sólo sé que todos quieren saber quien eres. Todos ansían ver tu rostro, conocer tu nombre... El Chico Misterioso, como muchos te apodaron. No sé muy bien que es lo que tengo que hacer a partir de ahora. Creemos vivir en una utopía, la utopía del Botón Rojo, un sueño irrealizable, sin sentido ni coherencia alguna..."
La Chica del Botón Rojo hoy está en un momento clave de su camino. Ese, el Chico Misterioso, el que le hace sentir mariposas en el estómago no volverá a pasar por el País del Botón Rojo. ¿Entonces no se volverán a ver? ¿Qué ocurrirá ahora con la Chica del Botón Rojo? ¿Volverá a ser la Chica del Botón Roto? No creo, con el paso del tiempo se ha hecho aún más fuerte. Sin embargo este ha sido un fuerte palo. Intentas buscar una solución ante el problema pero no se te ocurre nada. Será mejor que sigas leyendo y entonces seguro que se enciende tu bombillita.
"¿Te puedes enamorar y desenamorar en un mismo día? Iniciaré mi camino buscando una respuesta. No pararé hasta encontrar una solución a este enigma. Sin embargo, también tengo una pega o quizás, mejor, un inconveniente. Hay un límite de tiempo para olvidarme de ti. Sí, como lo oyes. Tanto tú como yo sabemos que ocurrirá en Otoño. Todos sabemos qué será un otoño extraño, diferente, sin sentido. Yo apostaría por ello, yo lo daría todo pero creo que tampoco estás dispuesto a hacerlo... Sé que a ti también te importa, sé que tú tampoco quieres perderlo..."
Repasas todas las pistas obtenidas sobre este chico. Al parecer la Chica del Botón Rojo sí que está enamorada del Chico Misterioso pero éste no parece estar muy conforme con ello. Pero... ¿Qué no están dispuestos a perder? Piensas un poco y lo único que se te ocurre es... ¿La amistad que los une? ¿Será más fuerte ese lazo que el amor que puedan sentir? Sigue leyendo...
"Fuimos pioneros en decirnos te quiero, fuimos tan felices aquella calurosa noche de primavera. Aquella en la que empezaron tormentas y fuertes vientos. Aquella en la que el mundo se volvió loco y nos dejó solos, nos dejó a oscuras en aquel parque. Sin más abrigo que los besos que nos envolvían. Por unos minutos fui feliz junto a ti. Después de ese día me tengo que conformar con verte en mis fotos, en mis recuerdos, hablar contigo a escondidas. Pero hay cosas que no se pueden esconder y una de ellas es el amor. ¿Qué haré entonces contigo? ¿Qué hacemos si no somos capaces de olvidar aquella noche? El tiempo corre y los días se agotan. Nuestro amor caducará en la caída de la primera hoja seca. La llegada del otoño acabará con todos nuestros recuerdos, nuestras caricias, nuestros secretos, nuestras andanzas... Sé que te echaré de menos, Chico Misterioso... Me pondré en camino esta misma noche buscando mi ansiado elixir, si es que existe, claro está..."
Este último párrafo te sorprendes tanto que te quedas sin palabras, pero... ¿Por qué no pueden tener una historia de amor? Quizás sea por él... ¿El Chico de la Inquietante Sonrisa? Ella no quería hacerle daño, pero... ¿Qué tiene que ver con su gran amor? No sabes que ocurrirá y esperas a leer el siguiente fragmento para comprobar que hará con su ansiada respuesta.

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En un beso infinito más uno.

Ella caminaba sin destino fijo por esa fría ciudad. Enfundada en ese abrigo amarillo, con esos guantes que aunque pequeños son justo de su tamaño y él, en su mente, claro. Mordisquea el cable de los cascos, mira la hora y parece que no pasa el tiempo. Paseos en soledad, sintiéndolo aunque lejos. Aunque efímero fue intenso, esporádico, sin sentido, sincero. Ella, no sabía mucho de matemáticas, tanto que sin mesura amó hasta quedarse sin reservas porque él dijo: "Yo te quiero hasta infinito más uno ¿tú? ¿Cuánto me quieres a mí?" . Pero nunca llegó a tanto, ni ella ni nadie.   Tantas hipótesis que nunca llegaron a ser investigadas, se quedaron en eso... En "y si..", en ayer.

In-felicidad

"Apoyarme en tu pecho, quedarme dormida leyendo un cuento. Oler tu perfume día tras día. Sentir tus suaves manos por mi espalda. Mirarte a los ojos y ver reflejada la felicidad. Costumbres que son difíciles de quitar..."

Días.

Pasan y pasan los días y ahí está ella sentada en aquel sillón que una vez significó tanto. Aquella butaca en la que se fugaron tantos suspiros de amor, tantos que en esa habitación apenas quedaba aire para respirar. Fue por esta razón que todo lo que con tanta delicadeza habían creado los dos se fue, se fue con el cantar de los pájaros dejando una fría mañana de invierno que dudaría hasta el día de hoy. Después de tanto tiempo ya tenía los ojos secos de todas las lágrimas que había derramado, de tantos llantos incontrolados, de tanta vida perdida sin motivo aparente. Pero es ahí cuando ella se da cuenta de lo que realmente significa vivir, de lo que no está ganando por estar lamentándose. ¡Es una idiotez! Abrir los ojos y ver un mundo diferente, lleno de luz y alejado de tanta oscuridad a la que estaba acostumbrada. Alzar la cabeza y darte cuenta de todo lo que te queda por hacer. Un impulso de felicidad hace que su cuerpo parezca que se eleva pero de repente, todo vuelve atrás. La...