Eras un espejo al que mirarse, eras una suave caricia cuando realmente hacía falta. Eras... Siempre eras. Dando la espalda a todos, sin comprender lo verdaderamente importante ¿Quién tiene aquí realmente la culpa? ¿Eras tú? ¿Era yo? ¿Éramos los dos? No contestes ahora. Medita, recapacita y créeme no basta sólo con el silencio. Quién sabe, a lo mejor nunca sabremos la respuesta. Ahora sé una cosa y es que eres un recuerdo más. Sencillo, discreto, que pasa desapercibido en mi mente, camuflado entre las demás imágenes.
Ella caminaba sin destino fijo por esa fría ciudad. Enfundada en ese abrigo amarillo, con esos guantes que aunque pequeños son justo de su tamaño y él, en su mente, claro. Mordisquea el cable de los cascos, mira la hora y parece que no pasa el tiempo. Paseos en soledad, sintiéndolo aunque lejos. Aunque efímero fue intenso, esporádico, sin sentido, sincero. Ella, no sabía mucho de matemáticas, tanto que sin mesura amó hasta quedarse sin reservas porque él dijo: "Yo te quiero hasta infinito más uno ¿tú? ¿Cuánto me quieres a mí?" . Pero nunca llegó a tanto, ni ella ni nadie. Tantas hipótesis que nunca llegaron a ser investigadas, se quedaron en eso... En "y si..", en ayer.