"Cántame una canción en la que no hable de amor. Cuéntame un cuento que no tenga príncipes y princesas, sapos y culebras. Ríete de las mentiras que salen de tu pequeña boca. Sueña que vives en una nube en el brillante cielo azul. Baila locamente sin música. Sigue mis pisadas en la oscuridad. En definitiva, inventa un lugar en el que estar tú y yo signifique paz. Signifique amor."
Ella caminaba sin destino fijo por esa fría ciudad. Enfundada en ese abrigo amarillo, con esos guantes que aunque pequeños son justo de su tamaño y él, en su mente, claro. Mordisquea el cable de los cascos, mira la hora y parece que no pasa el tiempo. Paseos en soledad, sintiéndolo aunque lejos. Aunque efímero fue intenso, esporádico, sin sentido, sincero. Ella, no sabía mucho de matemáticas, tanto que sin mesura amó hasta quedarse sin reservas porque él dijo: "Yo te quiero hasta infinito más uno ¿tú? ¿Cuánto me quieres a mí?" . Pero nunca llegó a tanto, ni ella ni nadie. Tantas hipótesis que nunca llegaron a ser investigadas, se quedaron en eso... En "y si..", en ayer.