Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2019

Invierno y tú

Mi debilidad, el amor, tu risa y mis dos copas de más. Todos cometemos errores, unos más grandes otros más pequeños. Con algunos avanzamos, con otros nos quedamos atrás. Pero mi error más grande es pretender que nada ha cambiado, cuando el mundo ha girado una vez y media a mi alrededor. Todo cambia, nada permanece. Error. Mi obsesión por querer abrazarte, sentirme segura a tu lado, escucharte cantar mientras cocinas. Mi mayor error es estar enamorada de ti, pese a todo. Mi mayor error fue el frío de un invierno y dejarme arropar por tus mentiras.

Resumen

Llega diciembre, mes de faltas y alegrías.  Mes de reflexionar sobre lo vivido y lo que vendrá.  Lo que recogimos y lo que llegaremos a sembrar. Noviembre ha dejado una gran huella en mí. Me he dado cuenta de lo mucho que me necesito a mí misma. Porque a fin de cuentas es lo único que me queda. De lo bueno y lo malo. Lo que quiero que me afecte y lo que no. Octubre, siempre el hermano bonito de septiembre. Éste, en concreto, ha sido muy especial. Lleno de aventuras, viajes, risas y bailes. Disfrutar de mis amigos, de mí y sentirme viva. Noticias que alteran mi mundo al segundo de recibirlas. Montaña rusa de sentimientos, de recuerdos, de futuros acontecimientos. Septiembre ha pasado volando, entre viajes y trabajo. Altibajos emocionales, septiembre ha sido menos septiembre que otros años. Aunque siempre afecte la vuelta al cole. Agosto, julio y junio. Mi verano resumido en quince días. He recorrido españa de norte a sur, he trabajado todo el verano para conseguirlo. Y ...

Mi media manzana

Y de golpe te convertiste en mi media manzana, porque las naranjas ya estaban todas cogidas. Y como si de Blancanieves se tratara, mordí la roja manzana y tras saborear su dulzura, caí al suelo con ella. Y no vivieron felices ni comieron perdices, simplemente fue un final.

Everythingship

Es difícil, incluso cuando sabes el final, ser feliz sin tener miedo. Vivimos atados al pasado, con miedo de pisar en el presente y dañar nuestro futuro. No hay nada más certero que saber que todo acabará,  tarde o temprano, que mis dudas se disipararán y desaparecerá el dolor. Créeme, tendrás miedo pero todo sucede por una razón.

Treinta y ocho.

Te fuiste pronto. Sin decir adiós, sin querer despedirte. Volvería atrás y repetiría mil veces ese sí. Si pudiera viajar en el tiempo y cambiar las cosas, sí. Quiero mis 242 días extra contigo.  Cierro los ojos y de pronto, siete de Julio san Fermín.

Te lo juro

¿Lo hago por ti? ¿Lo hago por mí? Indecisiones de mi día a día. Es una confesión a medias, de pecados inacabados. De suspiros que se cuelan y se quedan a dormir. Dicen que la gente cambia, eso pensaba de ti. Pero en realidad lo pienso y digo: jamás has dejado de mentir. Al principio me creía tus palabras, después aprendí a vivir con ellas. Confiaba en ti plenamente, ciega e ilusa. Ahora lo peor es que te conozco, y veo tu cara al decirme te quiero. Te lo juro me dices, y nunca jamás tres palabras tuvieron menos valor al salir de tu boca.

Un clavo no saca otro clavo.

Por mucho tiempo que pase, por muchas horas que yo invierta intentando olvidar cada beso, cada caricia, cada parte no exploradas aún de tu cuerpo, por mucho que pase, no serán iguales a los que hoy me acompañan. No debería haber pasado pero pensarlo ahora es más castigo todavía. Suspiros en la noche al imaginar que tu pecho es en el que reposa mi cabeza. Es injusto para ambos, es cruel para él. Pero es imposible no tenerte presente. Te quedaste clavado en mí, cada gesto insignificante que hace vibrar cada milímetro de mi cuerpo. Cada aventura descubriendo cicatrices antiguas. Pero todas contigo. Es injusto, él duerme sin pensar que no puedo pensar en otra cosa que no sea en tu recuerdo.

Mi merienda favorita

Medias sonrisas en una noche oscura. Se acaba octubre, comienza el frío y en mi interior un huracán de sensaciones.  Te quiero, te extraño, te miro, te pienso. Te conozco. Un té contigo, humeante. Una merienda de tus labios a los míos. Media sonrisa, media vida a tu lado y media aún por devorar.

Un agosto frío

Mis líneas escritas sobre papel mojado. Mis deseos quedaron atrás. Ha costado tantos años que aceptase esa decisión que mi vida no tomará el mismo sentido a partir de ahora. No estás y no vas a estar. Error tras error. Era la edad, era mi destino, era una niña y ya no estás. ¿Cómo puedo echar tanto de menos algo que apenas tuve cerca? Tu pelo rubio y ojos claros. De película. Me hiciste sonreír, aunque a penas durase. Me hiciste enfadar como lo que era, una niña entre tus brazos. Mi mayor locura hasta el momento, las ocho horas más largas de mi vida. Todo iba pasando despacio, todo iba siendo distinto. ¿Estará ahí? ¿Querrá saludarme? Pero me estoy adelantando. Las noches eran frías, demasiado incluso con guantes, pero no había mejor momento que el que me regalabas con tu sonrisa. Esa que ni siquiera sabías que me dedicabas y yo te devolvía en secreto. Pero por alguna extraña razón del destino llegó el momento de cruzarnos. Tú no me conocías pero yo ya soñaba con tu voz, sin h...

Son mis dudas

Miro el teclado y solo me sale quererte. Pienso y valoro las opciones y solo me queda olvidarte. Son celos, de verte en brazos de otra. De centrar tu mirada en algo que no sean mis curvas. Son celos. Duelen. ¿Por qué negarte que estoy mal? ¿Por qué fingir que todo es distante y frío a mi alrededor? En serio, qué difícil es mirar al más allá y no pensar en ti. Es extraño que no quiero un futuro a tu lado pero no imagino un presente que no sea contigo. Dudo de si es bueno volver a verte. Dudo si aún quiero entrelazarte con mis piernas pero mis ganas me convencen. Vuelvo al principio, solo me sale quererte.

Miedo

Tengo miedo a desaparecer. Tengo miedo a olvidar que no a ser olvidada. Tengo miedo a perderme sonrisas y triunfos de personas a las que quiero. Tengo miedo a no volver a querer, o quedarme  a las puertas de esa sensación. Tengo miedo, y es verdad. Es la primera vez que lo digo en alto, y cómo duele. La soledad duele, la tristeza pero ¿el miedo? Yo no sabía que podía doler.

Era mentira

Cierra los ojos, ¿qué es lo que ves? Piérdete entre mis lunares. Ciérrate camino a través. El corazón se llena de vida, el miedo a tu despedida. Todo fluye, nada permanece, pasa el tiempo, se desvanece. Sí, tú piérdete en mi sonrisa, el mar, la playa, tu mano, mi cintura;se lleva un te quiero la brisa. Vienes a mí, idiota ilusa. Me niego tres veces pero volverán a caer los tirantes de mi blusa.

¿Repetimos?

Es un error, me repito. Es lo correcto, me repites. Son tus labios en mi cintura, son tus dedos dibujando un te quiero en mi espalda. Es la risa de la noche de ayer intentando acercarte a mi cadera. Son las miradas en las que me pierdo mientras me susurras lo perfecta que te parezco. Es el dulce olor de la vainilla. Eres tú y yo no me reconozco. ¿Qué estoy haciendo? ¿Qué me estás haciendo? Repito, es un error. Me repites, tienes razón.

Quiéreme como nunca

Es verano en mis costuras. Es invierno en mi corazón. Son tus manos rozando mi cintura. Es la brisa del mar haciendo volar mi pelo oscuro. Te temo, porque te quiero. Me aferro a ti, mi clavo ardiente. Vuelo, río, me quemo, y vuelvo al inicio.

Atardecer a tu lado

Déjame quererte. Tenía claro todo lo que quería, tenía claro todo lo que necesitaba en ese momento. Todo. Todo menos ese final. Es una pesadilla, te repites, es una pesadilla. En efecto, despiertas y miras el reloj  ¡aún faltan cinco minutos para que suene la alarma! Uno de esos días en los que te asomas a la ventana y ves el día tan horrible que se presenta. Suena la alarma y empieza la mañana; ese gallo despertador no es tan buena idea como pensaste. Dos minutos, pasan dos minutos desde que sonó y sigues asomada, mirando la gente pasar. Suena el teléfono: "Ey, ¿estás despierta?"  tu extraña  manera de decir: ¡buenos días, princesa! Comienza el otoño, el atardecer del año.

Esto (no) es lo que yo llamo diversión

Cuando menos creía en el destino, más se obcecaba en hacerse presente. No te conozco y ya te echo de menos. Mis noches en tus manos, mil horas de contacto. Pero algo me dice que vaya despacio, que me precipito como siempre. Correr, correr sin mirar al frente. Sentarme a recapacitar si fundirme en tus besos es lo que quiero o lo que me imponen. Si mis años me pesan o es tu forma de decirme te quiero. Si son tus dedos coleccionando momentos. ¿Puedes enamorarte en veinticuatro horas? O ¿esto solo ocurre en las películas? Princesas, ranas, sapos y culebras. Todo un juego de niños siendo adultos.

Viajar al futuro o al presente

Si te preguntas qué prefieres hacer, viajar al futuro o al pasado, ¿qué harías? ¿Repetirás una y mil veces los buenos momentos? ¿Cambiarías aquellos que te hicieron daño? O por el contrario, ¿te adelantarías al dolor? ¿Compruebas que serás feliz? Piénsalo, tómate tu tiempo. Ahora empezaré yo. Vivo atada al pasado y presa del futuro. Tiendo a dejar hacer las cosas sin pensar porque tengo un plan. Perdón, tenía. Tenía un plan. Mi vida rosa cambió, si es que alguna vez existió. Creí ser feliz, creí que todo era infinito pero debí seguir mi instinto matemático y comprobar que infinitos son los números imaginarios. Imaginamos que somos felices, el dolor empeora. El riesgo es excesivo, pero la vida se escapa. Qué ganas de llorar mientras escribo todo esto, y todavía no he contestado. Pensando en todo lo que fui y ya no. No puedo estar siempre persiguiendo el hilo rojo. Yo elegiría poder ver mi futuro. Desde una rendija, y volver. Volver corriendo. Pero estaría regresando al pasado, ...

Lo bueno es lo correcto

Es la primera vez que pienso en ti, te echo de menos y estoy feliz.  Ay, que caprichoso el destino. Te cruzaste tantas veces en mi vida que pensé que eras lo correcto. Otro error.  Pero de verdad, hoy, puedo decirte: ¡hasta pronto compañero!

Catedrales de sal

Qué tendrán los besos que nos damos. Qué veneno tendré en la piel. Cuál será mi próximo destino en el paraíso de tu cuerpo. Ay, cariño. Nosotros sumamos, lo nuestro es adicción . Es poesía, son miradas, son tus labios en el atardecer cuando cae el sol.  Dinámico, sin mirar atrás. Catastrófico, pero nos da igual. Errores que acumulamos pero saltamos la piedra, nunca caemos. Rendida ante tus dedos pidiendo permiso para alcanzar el cielo. Sin hablarnos, pero sí mirarnos. Viaja, sueña, ríe pero de mi mano.. Catedrales de sal, y tal vez limón. Locuras en paraguas,  amarillos chillón. Pijamas azules, bailes de salón. Susurros al aire con sabor a mar. Cocinar tus deseos más oscuros, con el carbón de tus ojos. Despierta porque esta aventura acaba de empezar. 

La caja de pandora

Cuento los minutos que llevo desde la última vez que comprobé si me habías escrito. Los cuento como si hubiesen pasado millones de años.  Es un logro, poco a poco irás desapareciendo. ¡Gracias! Soy capaz de comprender todo el daño que me hago a mi misma al pensar de nuevo en ti, en recordar tu voz, en sentir tus suspiros a mi lado. En buscarte al despertar. Se acabó.  Esta vez todo ha cambiado; estoy triste pero me siento segura. Es todo gris verdoso; donde hay gris no es todo negro, y si es verdoso hay esperanza. Tal vez me pudo la curiosidad, abriera la dichosa caja de Pandora y todos saliese al exterior; mi mal humor al despertar, las peleas de la tarde, los celos, enfados y riñas tontas pero lo pienso, por algo nací el día de la esperanza. Porque será lo último que pierda.  Eres y has sido mi inspiración, mi ritmo de vida, mi pilar fundamental pero este tiempo me hizo recordar que soy valiente, soy fuerte si me lo propongo, que adoro sentirme tal y como soy...

Paciencia en primavera

La primavera la sangre altera. De tal manera  que todo va y viene, y en parte se detiene. Echo la vista atrás y jamás me he enamorado en primavera, ¿qué tendrá el otoño? ¿Qué tendrán los dieciséis años? ¿Y los veintiuno? Ahora estamos totalmente comunicados, acostumbrados a hablar a través de una pantalla, ¿dónde quedaron las llamadas? Las mariposas que revolotean tu estómago al sentir que el movil sonaba. Las horas estratégicas para sacarte un te quiero, fugaz, entre las horas libres. Qué ganas de querer volar sin saber si quiera andar. Paciencia, pequeña, paciencia. Estoy enamorada, sí. De mí misma,de mi sentido de humor absurdo, de mis manías (que son muchas), de mi forma de pensar, de mi patosidad... Sí, no estoy enamorada de nadie más pero creo que las mariposas han vuelto a mi estómago. Esta vez para quedarse. 

Mientras todo cambia, nada gira.

Que difícil es escribir sobre el amor cuando duele tanto. Qué bonito el amor, cuando se ve de lejos. Qué de veces he dicho hoy es el día 0. Comenzamos de nuevo.  Qué haces, qué tal. No hay cobertura de tu boca a la mía, dice la canción.  Qué pensar cuando no quieres pensar. Qué mal que todo sea tan bonito a tu alrededor y todo tan oscuro en tu interior.  Quieres quererte pero es imposible saltar al vacío tan fácilmente.  Maldita suerte, maldito calor. Maldito todo lo que siento, dolor. Quiero dormirme en tu pecho, reírme en tus besos. La ruleta de sentimientos que van y vienen, y en el camino se quedaron. Me pierdo en el laberinto, y la clave no más que una letra que me lleva a ti. 

Me duele(s)

Hoy pienso en todas esas cosas que  no puedo hacer sin ti. Volver a comer chocolate  Preparar la comida Ver nuestra serie favorita  Mirar por la ventana para ver llover Salir a pasear Pensar en mí Hoy vaciló al tiempo mi sentido del humor. Me sentí presa del miedo, ¿y si te vuelvo a ver? ¿Y si todavía te quiero? Y lo peor, ¿y si me duele pensarte? Llevo semanas sin comer, sentada mirando un televisor apagado. Me duele. Pero, sin más.  Decidida a romper con todo, salió a la calle. No pensó si quiera, simplemente actuó. Desde hacía semanas, era un acto impensable, pero lo consiguió. Paso a paso, avanzaba. Paso a paso estaba cerca de su destino. Crack. ¿Y si el destino quería que se cruzaran sus miradas? La ansiedad se apoderó de ella, su instinto fue volverse a casa pero en su interior una voz le susurró: Quiérete , porque encontrarte de nuevo es más difícil que echar de menos, en primavera. El corazón se encogió para tomar fuerza, el dolor que se...

Palabras

Las cuatro palabras que más duelen: te echo de menos . Las cuatro palabras que  me matan: yo a ti también. 

El mapa de mis lunares

La sensación de tus manos acariciando mis piernas, subiendo lentamente hasta mi espalda. Justo esa, jamás se olvida. El escalofrío al escuchar de tus labios la palabra "amor". Ese, jamás se deja de sentir. No puedes imaginar lo mucho que duele la distancia que hemos creado. Necesito aún una explicación para mis sentimientos, no comprendo cómo se puede querer lo que nunca se tendrá de nuevo. Mi almohada huele a ti, hace meses que no duermo sola. Hace meses que tus rizos no descansan a mi lado. Pero todavía huele a ti. Todavía no te olvido. Tu mirada profunda,  mis manos en tu espalda susurrando un te quiero. Mi vida en tus manos, dibujando un mapa de tesoros. Tesoros escondidos tras las marcas de mis lunares, en cada uno guardaste una pista para seguir tus pasos hasta encontrarte. Susurrarte de nuevo te quiero, con perderme a tu lado sueño. Vístete en esta noche fría, con bufanda y gorro, pues mis caricias tardarán un rato hasta llegar de nuevo a tu lado. Murmull...

Más de diez veranos atrás

La casualidad quiso jugar con nosotros. Fueron apenas veinte segundos, de preguntas sin respuesta, de palabras sin sentido. Pero tú no me reconociste. Han pasado más de diez veranos sin escucharte y me alteraste el corazón como la primera vez. No recordaba que existieses en la agenda de mi corazón, dudaba de mi misma al escucharte hablar pero eras tú. Corretean por mi mente tantos sentimientos que me hacen vibrar, sentirme viva y quizá querer desaparecer. Es cierto que imaginaba una vida a tu lado, pero nunca pensé en ello de forma posible. Fuiste mi primer gran amor y la casualidad quiso cruzarte en mi camino, de nuevo, un viernes por la noche. Sigo esperando su efecto, su sentido. Lo tendrá. 

Te quiero

Te quiero. Te quiero aunque duele. Te quiero aquí, ahora y mañana. Te quiero aunque sé que está mal, que nos hacemos más daño del que deberíamos. Te quiero. Quien te quiere te hará sufrir, no debería. Pero me une tanto a ti. Me queman tanto estos sentimientos encontrados, que los pierdo. Me río, lloro, te pierdo, me pierdo. Te quiero, te anhelo, me quemo por dentro. Mi vida a tu lado, mi risa sin ti. Mi felicidad queda atrás o delante, ¡quién sabe! Pero no camino de su mano. 

¡Y qué digo!

Todavía recuerdo las noches en vela esperando un mensaje. Todavía suspiro al escuchar tu nombre, al pensar en tus caricias, al intentar recordar tus besos. Has sido la mayor aventura de mi verano, ¡que digo verano!, de mi vida. Jamás pensé que me dejaría llevar por una intuición, por un sentimiento, un brillo en tus ojos. Todavía recuerdo la sensación al verte de nuevo, solo habían pasado quince días pero parecían semanas, ¡qué digo semanas!, años. Fueron tres días en los que mi corazón se transformó en valiente, tomó las riendas y dejó a un lado todos los: "y si..." que la razón nos tenía guardados. Tres libros y una película después ya no dormía entre tus brazos. Llegó el otoño, pasó el verano. Soñar con estar contigo, intentar borrar tu nombre de mi recuerdo al segundo. Imaginar mi vida a tu lado, odiarte por minutos. Nuestra vida, mis días, tus miedos. La montaña rusa de mi verano, el baile de tus dedos en mi espalda, el roce de tu barba en mi cintura. Sonrío al sa...

Solo uno.

Quería escribir algo íntimo,  algo nuestro, pero no existe.

Pasado, presente y futuro

Eran las diez de la noche y todo estaba en calma. Eso quería creer. Volaban mariposas a su alrededor,  habían decidido velar por ella. Sus ojos mostraban su indecisión.  Todo tan complicado, todo en calma. Una opción que no fallaría sería volver atrás,  girar un reloj y tocar de nuevo su rostro. Todo tan complicado para contar con tan solo un botón rojo entre los dedos. Son las once de la noche. El presente se cuela en nuestras vidas sin preguntar, dejando a un lado el olvido del ayer. El viento mueve las cortinas amarillas que dejan ver su rostro al exterior. Revolotean aún esas mariposas que un día decidieron reaparecer. La felicidad se encuentra cerca, tan sólo hay que saber buscarla. Observa la multitud  corriendo,  la noche se ha acelerado con la presencia de la lluvia. Jamás volverá a sentir el calor de esos brazos, vive con ello. Pero nunca más se sentirá sola. Será a las doce de la noche cuando su calabaza se convierta en pera. Los cuentos nunca...

Ciudad dormida

No sé si eres real, pero eres lo único que tengo. Descanso de la tempestad en tu mirada.

Proyección de sueños

Podría mentir y decir que soy feliz . Podría mirarte a los ojos y decirte que no te echo de menos. Tendría valor si llamase vida  a esto que tengo entre mis manos. En los sueños encontramos un mundo lleno de oportunidades. Perdona si te llamo, amor . Perdona si en la proyección de mis sueños tienes un asiento reservado. Cada tarde al caer el sol, se llenan mis ojos de suspiros que no soltamos. Me pierdo en  la profundidad de la noche intentando descifrar tus ojos. Me pregunto sin sentido frases del pasado. ¿Me quieres? ¿Te quiero? Te necesito. Mis ojos verdes, tus ojos marrones. Mi vida en tus manos, mi pasado a tu lado. El destino insensato nos puso en el mismo camino hasta que tu boca perdió el sentido sin rozar mis labios.