Escribo, borro, escribo, borro y así durante diez minutos. Mis uñas pasan una y otra vez encima del teclado creando un estúpido ruido y así otros dos minutos. Vaya pérdida de tiempo.
Vuelven a pasar mis dedos cuidadosamente por las letras y ¡pum! se paran casualmente en tu inicial ¡pum! De nuevo apareces tú.
Coloco mi cabeza en el reposa brazos, me quito las gafas "para pensar mejor" me digo a mí misma intentando engañarme y de repente ¡pum! ¿Quieres dejarme dormir tranquila? Aunque sólo sea esta noche. Apareces una y otra vez en mi cabeza, alguna que otra sonrisa se me escapa pero... Sólo quiero dormir, aunque sólo sea esta noche.
Los párpados se me caen, las pupilas dicen ¡hasta mañana! cubriéndose con su manta.
Ahora todo es distinto, sé que es un sueño. Te veo, me ves y me acerco a la barra del bar al igual que en aquella canción que tanto me gusta: "Respiro lentamente, me vuelvo hacia la barra del bar donde tú estás". Pero hoy será distinto, hoy te diré todo lo que no te he dicho antes, todo lo que... ¿siento? Tal vez pero como todas las noches el sueño acaba igual. Un precioso e intenso beso que se esfuma en cuanto mi ojo derecho se desarropa y con él, el izquierdo.
Querido compañero de sueños, mañana será otra noche. Espero dormir, aunque sólo sea esa noche.