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Mostrando entradas de octubre, 2012

Mientras desayuno

Ver antes  Mientras duermes Me he ido y parece que tú sigues ahí, haciendo con que duermes. Mientras desayuno, sola, en este bar en el que un día te vi por primera vez se me hace eterno este café. Me gustaría contarte que tal me fue ayer con aquel trabajo tan importante que tenía entre manos, decirte que todo salió bien y que me cogieron. Desde que todo se volvió negro voy cargada con una libreta, ahí anoto todo lo que quiero decirte y como ves, no puedo. Estoy tan centrada mirando los círculos que hace la cuchara en mi taza de café, "si la suelto quizás se hunda", pienso. Estoy tan concentrada que pasas delante de mí y ni siquiera te veo. Pides tu café, largo de café todo lo contrario al mío. Será verdad que los polos opuestos se atraen , atraían. Pero yo sigo a lo mío, sin percatarme de que estás ahí a unos centímetros de mí. Desaparezco entre la espuma del café y de repente siento un plato en mi mesa. El camarero ha traído un plato, como aquella primera vez, un croissan...

Mientras duermes

Como todas las mañanas últimamente amanezco tan sola en esta cama tan grande. Lo mejor, duermes a mi lado. Me siento en el borde de la cama y miro hacia atrás y ahí estás, mirando hacia otro lado. Apuesto que te  estás haciendo el dormido. Alguna lágrima cae, pero recordando los días en los que no podía levantarme por tener tus brazos encima mío, esa cárcel de amor tan cálida. Todo eso entre risas, pero eso ahora no es más que un recuerdo. Busco mi ropa esparcida por el suelo, me visto y me siento delante del espejo. Aunque no lo creas yo no puedo apartar mi mirada de ti mientras me pongo los pendientes. Te veo moverte, pero esta vez no me buscas. Esta vez ya no es lo mismo. Recojo todo lo que está tirado por el suelo, paso por tu lado y ni siquiera abres un ojo. Antes me hubieses lanzado a esa cama, entre cosquillas y demás risas nos quedaríamos mirándonos el uno al otro miles de horas. Cuando parece estar todo en orden, lo que a la habitación se refiere está claro , termino d...

Quinientas cuatro páginas.

Cada uno tiene su historia, algunos en parejas comparten fragmentos. Unos duran más, otros simplemente tres líneas. Otras las comparten grupos de tres, cuatro personas y eso ya no es bueno. Pero no es triste pensar en esas tres míseras líneas. A veces tres cuatro líneas son más intensas que toda una vida, que quinientas cuatro páginas escritas a mano.

Todo se vuelve del revés

Ella no le dio la oportunidad de tenerle entre sus brazos, él simplemente no quiso perder ese hueco que poco a poco iba creando en su corazón.

Aunque sólo sea esta noche

Escribo, borro, escribo, borro y así durante diez minutos. Mis uñas pasan una y otra vez encima del teclado creando un estúpido ruido y así otros dos minutos. Vaya pérdida de tiempo. Vuelven a pasar mis dedos cuidadosamente por las letras y ¡ pum ! se paran casualmente en tu inicial ¡ pum ! De nuevo apareces tú. Coloco mi cabeza en el reposa brazos, me quito las gafas "para pensar mejor" me digo a mí misma intentando engañarme y de repente ¡ pum ! ¿Quieres dejarme dormir tranquila? Aunque sólo sea esta noche . Apareces una y otra vez en mi cabeza, alguna que otra sonrisa se me escapa pero... Sólo quiero dormir, aunque sólo sea esta noche. Los párpados se me caen, las pupilas dicen ¡hasta mañana! cubriéndose con su manta.  Ahora todo es distinto, sé que es un sueño. Te veo, me ves y me acerco a la barra del bar al igual que en aquella canción que tanto me gusta: " Respiro lentamente, me vuelvo hacia la barra del bar donde tú estás ". Pero hoy será distinto, ...

Demasiado

Si cuando recuerdas alguna que otra lágrima cae por tus mejillas o asoma aventurera en tus bonitos ojos es porque esa historia, ese recuerdo significó algo para ti. Las últimas semanas pasa esa frase demasiado tiempo en tu cabeza. Demasiado, esa es la palabra.

Lo que no dijimos

(...) Tras una buena regañina al montar en el coche, tras dos fríos besos al acabar tu charla, tras ir cabizbaja todo el camino, salgo del coche. Llego a mi casa, me quito la ropa empapada y ahora, con mi pijama y una manta encima, me paro a pensar en la de cosas que me has dicho en tan poco tiempo, en la de verdades que he escuchado y mis cimientos tiemblan. Aún no concibo qué hacías allí, por qué monté en ese coche y por qué aún no paro de llorar. La tempestad fuera ha pasado y de hecho brilla firmemente el sol pero lo que es en mi interior, aún tengo un diluvio universal. En mi diario no dejo de escribir una y otra vez tu nombre, una y otra vez como si fuese una niña. Al lado simplemente pongo mi inicial, no me atrevo a escribir mi nombre completo. Tal vez sepa que es imposible, tal vez crea que no se volverá a repetir. Ahora caigo en lo que te pude haber dicho al escuchar: "¿Estás loca?" y sí, debí responder "¡Sí, por ti!" correr hacia el coche, abrir la puer...

Casualidades

Salgo de clase, con mi carpeta en una mano y en la otra el pañuelo que antes estaba bien colocado en mi cuello. Éste será el que salve mi larga cabellera de que acabe empapada. Está diluviando y como siempre sin paraguas. Voy intentando no pisar los charcos pero a cada paso que doy es más difícil. Si tuviese un paraguas o algo con lo que taparme de verdad no me importaría perder el tiempo pisando charcos infinitamente pero hoy no, hoy no es el día... ¿O sí? Voy corriendo entre la multitud que avanza en sentido contrario, por suerte está el semáforo en verde, corro aún más. Mis gafas empapadas hacen más efectos guardadas que en mis ojos. Ahora ya si que sólo dispongo de la suerte para no acabar en un charco de medio metro. Al hacer "esa broma" me acuerdo de ti por un momento y sonrío. Sigo corriendo, con miedo a los coches esta vez. Avanzo, paso tras paso... Cada vez llueve más y de repente lo que antes fue una sonrisa se convierte en una lágrima que se camufla entre todas...

Canciones disney

¿A qué en esta película de princesa no pensaste  Naat  ? Otra de mis películas preferidas. Otra que si no has visto, debes ver.

Nunca digas nunca II

¿Qué ven mis ojos? Frente a mi casa un parque lleno de bellas flores pero ninguna tanto como las que llevas en tus manos. Mi ventana empapada por esta lluvia inesperada y el botón rojo empapado por mis lágrimas. Cabizbajo espero a que mires hacia mi ventana y ver esa señal que diga que son mías. Llega el momento y me ves, nervioso sonríes y leo en tus labios "¿Qué esperas?" Aún en pijama pero... ¿Qué importa si está ahí plantado bajo la lluvia con un ramo de flores? Bajo las escaleras corriendo, pierdo una zapatilla por el camino, me doy la vuelta y con ella en la mano corro hacia la puerta. Ahí, frente a mí, empapado, con miles de flores en la mano y esa sonrisa que nunca pierdes. No puedo más y salto a tus brazos y nos fundimos en un beso. En dos. En tres. ¿Cuánto tiempo pasó sin sentir tus cálidos labios con los míos? "Te he echado de menos, pequeña" Escucho mientras me pierdo en tus ojos.

Nunca digas nunca.

Aún duermo abrazada a aquel recuerdo embotellado. Aún huelo tu perfume en mis manos. Aún... Muchos días pasaron y aún no consigo borrar de mi cabeza aquel último beso. ¿Dónde quedaron tus sonrisas? ¿Dónde guardas las profundas miradas? ¿Dónde? Me siento al borde de la cama, miro hacia el suelo, siempre me hizo gracia que mis pies no llegasen al suelo, mientras los tuyos pisaban firmes. Hoy sólo veo un par de pies inquietos revolotear en el aire. Así pasan los diez minutos diarios mirando hacia la ventana. Perderme en el tiempo pensando en un "Quizás si... O tal vez si... Pero a lo mejor..." Pero... ¿Qué ven mis ojos? Hoy sólo pasan cinco minutos y ya estoy de pie, corro hacia mi chaqueta y me asomo a la ventana. ¿Pero qué ven mis ojos? Alguna lágrima cae por mis mejillas. Aprieto firmemente el botón rojo y suspiro, en el fondo de felicidad. Esta es una noticia que jamás esperaba.

Sin palabras.

Cuando me veo sonreír pienso en lo orgullosa que estarías de mí. Tal vez alguna vez en mi vida me digan: "Igualita a ella..." Ojalá. Cuando me siento sola, cuando ni con miles de mantas encima entraría en calor si no tengo un abrazo tuyo, en esos días es en los que miro lo más arriba que mis pocos centímetros de altura me dejan y pienso en lo lejos que estamos. En lo que nos quedaba aún por compartir. Escribo cuatro líneas y no puedo evitar echarte aún más de menos. Me quedo sin palabras.

Octubre

Octubre, ese mes que gusta a pocas personas. ¿Quién me ayuda a borrarlo de todos lados? Por favor, Octubre vete igual de rápido que viniste. Gracias.

Comunes

Amor, angustia, risas, odio, nada... Palabras comunes pero siempre estás presente en ellas.

¡Bienvenidos al curso del 2012!

¡Buenos días pequeños saltamontes! Empezó Octubre... Oh! Sí... Ese mes que nadie quiere, lo sé y con él ha empezado la temporada #TúpuedesAlba... SÍ! Empezamos ayer las clases de verdad ya que la semana pasada fueron las novatadas y toda la semana de fiestina por ahí con los simpáticos novatos. ¿Mucho frío...? NO! De nuevo con Octubre ha vuelto el calor, después de un fin de semana frío vuelta una semana calurosa. Espero poner al menos alguna entrada en condiciones todas las semanas aunque no garantizo mucho que este año ha empezado fuerte y yo muerta de miedo. "¡BECAA!" Es lo único que escucha mi cabeza y en lo único que espero centrarme este curso (como el año pasado, claaaro). Después de contar mis ... uhmm como se llaman, ¿aspiraciones del curso? Sí, podría valer. Pues eso después de contar mis aspiraciones del curso os dejo una cancioncina para que os animéis y vayáis a clase con energía como nosotras en el coche. Me despido con la canción de la semana pasada: ...

Correr

Correr como si no hubiese mañana, sin mirar atrás. Echar la vista abajo y ver tus zapatos llenos de tierra pero.. Ya habrá momento de limpiarlos cuando todo acabe, cuando esta pesadilla que llaman vida acabe. A cada paso que doy lo único que me acompaña es mi pequeño botón rojo, lo único que da fuerzas para seguir. Lo único que pasa por tu cabeza es "correr, correr, correr, huir..." Sí, huir de aquí, de todos tus besos de todas las historias que un día tejimos juntos... ¿Después de tanto tiempo y aún no puedo aceptar que esas manos no sean mías, que esas caricias robadas deba devolverlas? No, y según pienso esto sigo corriendo, sin fin, sin una meta pero... ¿Hasta cuándo? De repente freno en seco y repito esa frase en alto: ¿¡HASTA CUÁNDO!? ¿¡HASTA CUÁNDO VOY A SEGUIR SIENDO YO LA QUE HUYA!? Respiro hondo, coloco mis brazos sobre mis rodillas rendida y acabo tendida en el suelo. Sin saberlo llegué a mi meta y es entonces cuando aparece corriendo él, te mira y te ofrece ag...