Se acerca esa fecha, se estremecen mis dedos al escribir esta estrofa. Tiemblan mis piernas, mis ojos se iluminan.
Se acerca un recuerdo, media sonrisa y dos lágrimas de alegría.
La historia de cómo nos conocimos es idílica, demasiado buena para ser contada. Todos querrían copiarla.
Los besos imposibles, de película de domingo por la noche.
Las caricias tan improvisadas y a la vez tan perfectas.
Él, no viste de azul ni tiene el pelo rubio, no es perfecto pero hace que mis días si lo sean. Sus buenos días todas las mañanas, su beso de buenas noches al llegar a casa. Todas las cartas escritas a mano, todas y cada una de las flores que arranca de su jardín.
Cuando llegaste a mí, pensé: ¡demasiado bonito para ser cierto!
Pero lo es. Es mi historia, perdón, nuestra historia.
Se acerca un recuerdo, media sonrisa y dos lágrimas de alegría.
La historia de cómo nos conocimos es idílica, demasiado buena para ser contada. Todos querrían copiarla.
Los besos imposibles, de película de domingo por la noche.
Las caricias tan improvisadas y a la vez tan perfectas.
Él, no viste de azul ni tiene el pelo rubio, no es perfecto pero hace que mis días si lo sean. Sus buenos días todas las mañanas, su beso de buenas noches al llegar a casa. Todas las cartas escritas a mano, todas y cada una de las flores que arranca de su jardín.
Cuando llegaste a mí, pensé: ¡demasiado bonito para ser cierto!
Pero lo es. Es mi historia, perdón, nuestra historia.