Cuando menos lo buscas, está claro.
Fue difícil aprender a caminar sola, fue complicado servir una sola taza de café al desayuno y ahora vuelve esa sensación. Ese juego de dos.
Como filosofía de vida tengo la frase "coqueta a ratos, croqueta siempre". Vivo atada a un recuerdo que cosí a un pequeño botón rojo. Escribo cosas sin sentido, sin motivo y sin razón. O tal vez no.