Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2021

Rojo

Enlace permanente de un corazón al tuyo. El hilo rojo que los une se quedó enganchado en algún punto de su recorrido. Nudos en la garganta al recordarle. Tragos amargos, latidos huecos, pensamientos vacíos de sentimiento. Dudas a origen. El primer paso, forzado. El segundo, sin querer. Sumergida en un océano de inconsciencia, vertidos tóxicos. Quiere respirar pero el hilo rojo ahoga. La unión más fuerte e indestructible, la conexión más íntima aun sin conocerse.  Pasea por las calles sin saber que todo lo que hace es para llegar hasta ese punto. Fascinada con los detalles que percibe hasta encontrarse. Errores, tropiezos, a veces dolorosos, otras instructivos. Todos hasta llegar a lograr tener sus manos. Unas manos que aún no ha tocado, que no han paseado por sus lunares. Desconocidas y descontroladas.

Radio futura y pasada.

 Hace poco escuché una canción. De esas que dices "está hecha para mí". Me ayuda a superar ciertos momentos del día. El caso es que hay otra que no puedo escuchar sin que el corazón se parta en dos, aparezca tu cara y duela. Quizá el tiempo lo cura todo, quizá el miedo a sentir que todo cambió pero no es así. Sinceramente, hay días que no recuerdo tus facciones, si tu pelo era más o menos rizado. Tu olor, tus manos. Y sin embargo hay días en los que rogaría que todo eso desapareciera de mi mente.  Juegos del azar, mi mente traicionera. Suena esa canción en la radio y vuelves a salir tú. Sonriendo, cantando en el coche cuando todo estaba bien. Cuando todavía podía abrazarte.

Mar de dudas

 Quién está dispuesto a volar sin saber dónde acabará. Si el salto será fortuito o la caída tendrá final feliz.  La pasión, entrelazada con los sentimientos, los suspiros esperando un beso, una llamada, una palpitación. Te echo de menos.  Duele, te echo de menos, duele aún más cuando pienso si algún día te quise. ¿Era amor? ¿Verdaderamente era amor? Joder que si duele, era amor.  Nadie elige en qué momento sentir algo por otra persona, nadie elige sentirse feliz entre unos brazos u otro. Y es por eso que ahora, entre los que he elegido, no soy feliz. Intento sentir esa misma pasión, dejarme llevar igual que lo hacía contigo, pero es imposible. Te echo de menos, cierro los ojos y te pienso, te huelo, te siento. Hace un tiempo, alguien me dijo, ¿Qué tendrá esa persona que ha logrado colarse en este frío corazón tuyo? ¿Sabrías responderle? Quizá estabas en el momento justo, en preciso instante en el que mi corazón ignoró por completo a la razón y se lanzó, sin flotador,...

La fragilidad de un corazón roto en otoño

 Qué frágil la línea del tiempo. El paso de los días, las semanas, parecen meses, años sin ti.  La fragilidad de un corazón hecho pedazos que cada vez que se intenta reponer, se destruye otra esquinita del mismo. Las piezas, por mucho que se quiera, no encajan.  ¿Cuántas noches en vela? ¿Cuántas peleas con tu subconsciente deberemos librar? Un pulso razón con corazón, en el que unas noches, las ganas de besarte ponen fin al combate; y otras, las lágrimas que derramo. Se acerca el frío.

Caminos cruzados

 Creo verte entre la multitud, me pierdo entre rostros sin nombre, historias sin principio ni final. Me da un vuelco el corazón, se encoge y se frena. En seco. Sin aviso, con dolor y sin anestesia. Te echo de menos.  La razón se vuelve cabezona, un par de palmadas y salgo del bucle. No eres tú, no estás caminando de la mano de otra. No es ella, no eres tú, pero sí soy yo.  Sigo caminando, entre tinieblas, sin conocer rostros, sin distinguir a la gente. Sin encontrarte mientras suspiro en vano.  Te echo de menos.

Enredos

Se clavó su mirada en lo más profundo de mi corazón. Tus manos suben despacio por mi espalda, hasta llegar a mi cuello. Pero no son las suyas. Me duele, su mirada y la tuya. Me duele fingir que todo está bien, que soy feliz así, cuando no lo es.  Estoy rota, en mil pedazos, en silencio. El más profundo en años. Sin que nadie sepa cómo de rota y vacía estoy. No duermo, no quiero volver a soñar con él mientras duermo en tu cama. Cuando tus sábanas rozan mis piernas, cuando imagino cualquier mundo con él y no estás tú. Cuando respirar me corta el alma cuando recuerdo su voz y mientras me cuentas qué tal te ha ido el día. Estoy rota, estoy vacía. Me falta él, me sobras tú. 

Respirar

Escribir y borrar.  Escribir a mano y tirar el papel. Que si te pienso me duele, pero más me duele tenerte delante y saber que estás ausente.  Quizá sea matar el rato entre una bocanada de aire y otra. Salir a respirar a la superficie y volver a sumergirme entre tinieblas.  Me siento cansada, agotada. Algo tan sencillo como es respirar. 

Lo que nos hace falta es el tiempo

 Entrelazados, sumisos los besos que nos damos. Ansia por llegar al final, sin disfrutar que es lo que vendrá. Bailemos, sin pensar en si vamos a pisarnos los pies. ¿Y si es así? Qué más da. Disfrutar es lo que cuenta. Qué fácil decirlo, que difícil llegar a ello.  Es tu forma de mirarme, o de decirme que nos demos un tiempo mientras te vistes. No sé si te echo de menos, no sé si realmente quiero hacerlo. Eres frío, yo soy demasiado intensa. Tal vez porque hacía tiempo que no sentía mariposas, tal vez porque no me conoces, tal vez porque no te conozca. ¿Nos damos un tiempo? ¿Me escribirás mañana diciendo que me extrañas? ¿Que te hacen falta mis besos?  Te echo de menos y estás a cinco metros, ¿Qué tiempo ni tiempo?  Si lo que quiero es perderme entre tus brazos, reírme a carcajadas y estrujarte con mis manos. ¿Qué tiempo ni tiempo? Si lo único que espero es despertarme a tu lado. Y si no piensas así, ¿qué tiempo ni tiempo? Es mejor despedirse.

Sueños

Tus dedos, subiendo por mi espalda. Tus labios rozando cada milímetro de mi cuerpo. Saltando, de lunar en lunar. Bailando entre quemaduras de la playa y rozaduras de zapatos. Si nos miramos, el mundo frena. Si continuamos así, el tiempo se detiene. Bésame, quiero sentirte una última vez.  Abre los ojos, era todo un sueño.

El amor es injusto

Quería escribir algo bonito pero no me salen las palabras. Solo pienso en lo injusto que es todo.  Quiero salir de este encierro y fundirme en un abrazo, acariciar esos rizos y que me cuentes cómo os hacía reír de pequeña. Que me hables de ella, que se me escape alguna lágrima, pero esta vez de felicidad. Que tomemos un café con un bizcocho, hablemos en alemán quizás un poco, que me lleves de rebajas y encontremos alguna ganga. Que te rías con mi gotera, aquella que me hace perder la vergüenza.  Quise escribir algo bonito, pero solo me salió decir que el amor es injusto.  Te quiero, aunque a veces duela, te quiero.

Veneno en la piel

    Soñé contigo. No puedo expresar nada más claro.  Anoche soñé contigo, con tus besos, tus caricias, tú recuerdo.  Y me envenenó. Era una trampa y caí en ella. Como una manzana roja, tan fresca como el día de ayer. Tan sutil tu veneno que ahora no pienso en otra cosa.

Febrero

 Te echaba tanto de menos que no lo sabía.  Ay, tengo miedo.  Tengo miedo de olvidar, olvidar su voz igual que hice con la tuya. De no recordar como huele, de la misma manera que me pasó contigo.. Necesito saber, ¿Me estará esperando? ¿Lo haces tú?