Se clavó su mirada en lo más profundo de mi corazón. Tus manos suben despacio por mi espalda, hasta llegar a mi cuello. Pero no son las suyas. Me duele, su mirada y la tuya. Me duele fingir que todo está bien, que soy feliz así, cuando no lo es.
Estoy rota, en mil pedazos, en silencio. El más profundo en años. Sin que nadie sepa cómo de rota y vacía estoy. No duermo, no quiero volver a soñar con él mientras duermo en tu cama. Cuando tus sábanas rozan mis piernas, cuando imagino cualquier mundo con él y no estás tú.
Cuando respirar me corta el alma cuando recuerdo su voz y mientras me cuentas qué tal te ha ido el día.
Estoy rota, estoy vacía. Me falta él, me sobras tú.