Qué frágil la línea del tiempo. El paso de los días, las semanas, parecen meses, años sin ti.
La fragilidad de un corazón hecho pedazos que cada vez que se intenta reponer, se destruye otra esquinita del mismo. Las piezas, por mucho que se quiera, no encajan.
¿Cuántas noches en vela? ¿Cuántas peleas con tu subconsciente deberemos librar? Un pulso razón con corazón, en el que unas noches, las ganas de besarte ponen fin al combate; y otras, las lágrimas que derramo.
Se acerca el frío.