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Mostrando entradas de 2014

Veintidós de diciembre

No sabía lo que era la felicidad hasta que conoció esos ojos. No sabía lo que era el calor de un abrazo hasta que se sumergió en sus brazos. Ella, fría noche de invierno, abrigo, gorro, bufanda y manoplas grises, atraviesa la nevada calle. Ansía verlo una vez más, antes de que sea Navidad. Una musiquilla suena en su cabeza, que hace que sus dedos bailen al compás. Por un momento ve como el tiempo se detiene y todos a su alrededor escogen una pareja y se ponen a bailar, mientras ella, sola prosigue en su búsqueda. Ella, su corazón late cada vez más rápido, cada vez está más cerca. Cómo podría relajarse... Sus dedos bailotean cada vez más, se imagina su cara al verla, con esos bombones de "marisco". Siempre sus preferidos. Cuando llega, siempre calma, siempre silencio. Lo adora. Deja su regalo, respira hondo y como siempre un "te he echado tanto de menos, ojalá pudiese darte un beso una última vez". Una beso a aquella foto y un "hasta la próxima". ...

Suspiros de chocolate puro

Desayunos con recuerdos . Un cúmulo de casualidades se dan de repente una mañana. ¿Cuántos años han pasado? ¿Dos, tres, cuatro..? Da igual. Miro la hora y ahí está. El número mágico. Respiro y me huele a aquella casa. De frente mi ordenador, suspiros de chocolate puro. Mi "colacao", en esa taza verde, me falta la caja más grande, de marca blanca, de cereales. Cereales insípidos, desayuno de estudiante . Me pierdo entre sus pompas. Lo huelo y es... Todo recuerdos. Peco de soñadora. Pocas palabras tienen sentido hoy, pero ayer lo fueron todo. A veces los recuerdos saben a chocolate. Buenos días.

Marcha

Y así, el resto de los días . Ella se repetía esa frase una y otra vez desde que él se tuvo que marchar. No dejaba de mirar su foto, ni de pintarse cada mañana un bonita sonrisa en sus labios, por si él volvía. Aún usaba ese perfume para poder dormir. Cuando se acurrucaba en el sofá en el que él se sentaba, sentía sus dedos entrelazados. Antes de marcharse, ella le hizo el mayor regalo que podría hacer a nadie. Después de un beso que jamás podría olvidar, envuelto entre lágrimas, se llevó las manos al cuello. Cuando él se dio cuenta de lo que estaba haciendo no paraba de repetirse: "no, no lo hagas, no me pertenece". Ella le regaló su botón rojo, su identidad, su... Todo. Y cuando lo puso en sus manos, dijo entre sollozos: " Hoy estamos juntos, pero si tú te lo quedas... -Cogió aire para poder continuar y cortar las lágrimas- Si tú te lo quedas, escúchame, estaremos juntos hoy y mañana, y así, el resto de los días "

Siempre juntos

Te fuiste ayer, tarde fría para ser verano. Yo me quedé terminando el puzzle de nuestras vidas. Sigo atascada con estas dos fichas, me esfuerzo en buscar la combinación, intentar que encajen. Un café, dos cervezas y muchas almendras después, las piezas siguen en la misma posición. Cada una a un lado de la mesa. Yo no elegí ser tan cabezona, con tan poco sentido del humor. Detesto el humo de tu cigarro, pero curiosamente, ahora lo echo de menos al leer en ese sofá. Echo de menos tus manos dibujando en mi espalda desnuda. Vuelvo con el puzzle sin solución, llevo meses con él sin resultado ninguno. Miro la caja, regalo tuyo, y ahora lo entiendo todo: Dificultad alta, sólo para expertos. A veces se me olvidaba cual era tu camisa preferida, pero jamás se me olvidará aquella mañana de primavera en la que me quedé dormida. Cogí el primer vestido que vi, rebusqué entre todos mis zapatos, colonia y subí a ese tren. Con un periódico más alto que yo, prácticamente, llamé la atención de ...

Cómo me miran esos ojos marrones

Él no lo sabe, pero escribo mientras mira sus apuntes distraído. Me gusta mirarle a escondidas, sonreír y suspirar de felicidad. Todo cambió cuando él llegó; mis medias sonrisas, mis días largos y fríos... Cada mañana despierto con la única intención de volver a tenerle a mi lado. Dormirme de nuevo en su pecho mientras me hace cosquillas en la cabeza y me dice: "te estás quedando dormidita, eh". Pasan los días, las semanas y los meses pasamos un invierno, una primavera y entró el verano, eso sí, hay una cosa que no cambia, como me miran esos ojos marrones. Sigue concentrado en sus hojas repletas de números mientras yo escribo. Hacía mucho que no sentía ese hormigueo en el estómago, que no se me ponía la piel de gallina con una mirada, que no ansiaba despertar cada mañana. Nadie me dijo que existiesen esas espaldas, ni esos brazos, ni esos ojos, ni esas manos con las que acaricia mis piernas mientras dice: "¿por qué eres tan perfecta?" Así que para él, p...

Nota: nunca nada es lo que parece.

Sentada en esa cafetería, la tablet sobre la mesa, periódico en mano. Ese olor mezclado con el del café con leche, ese tacto del papel reciclado. Cuatro azucarillos, aún no es suficiente. El café está caliente, como el contenido de esta mañana en la sección de política. Mientras lo sostienes miras por la ventana, el chico del jersey de rayas otra vez. Como cada día repites la rutina, algún día entrará y estarás perfecta, como cada mañana. Camisa de lunares azul, lápiz de ojos, también azul. Misma mesa de todos los días. Cuando ves como cruza el paso de peatones, das el primer sorbo de café y desvías la mirada a la tablet. Correo, correo, más correo y quizás algún post en la red social del momento. Segundo sorbo con el tercer correo, sin despegar la mirada. Apuras el café, recoges tus cosas y te acercas a la barra a pagarlo. Esta vez hay sorpresa, una nota: "¿mañana habrá una silla libre en tu mesa?"

Diferente o raro

Echo de menos la soledad de mis días más grises, mi cama vacía y mis canciones tristes. Mi media sonrisa, mis relatos llenos de lágrimas, pero la casualidad te acompañó a conocerme. Todo cambió.

Me enamoré.

No es noticia, el verano ha llegado y todo se tiñe de colores alegres como el amarillo, el naranja, el verde y, por ejemplo, el azul. Alegrías para unos, libertad para otros pero... ¿Dónde quedaron mis noches en vela, con mi pijama más suave, mirando desde la ventana un cielo lleno de estrellas? Y así fue, pasaron las noches de película y manta, acurrucada junto a él. Pasaron las palomitas y los cafés calientes, sentada encima suyo. Pasó el jersey de lana con una manga tres metros más larga de lo normal, con el que abrazarle. Me enamoré del invierno. De él, del mes de enero y de todos los días de invierno...

Lluvia

Todo era perfecto, salvo aquel día de lluvia en aquella oscura ciudad. Todo era maravilloso, hasta que él pronunció las palabras prohibidas. ¿Era demasiado pronto?

Alguien cómo tú

Esa noche, él estaba intranquilo, sentado en su cama con la mirada perdida. Dando vueltas de un lado hacia otro. Mirando una y otra vez el teléfono, sin saber cómo empezar esa conversación. Sin saber cómo decirle que con tan sólo un par de horas, había encontrado a la chica perfecta. Esa noche, ella estaba en casa, sin saber lo que un par de horas más tarde podía pasar. Él decidió que merecía la pena intentarlo. Ella llevaba soñando con su príncipe azul toda la vida, lo tenía asumido, era demasiado exigente y perfeccionista consigo misma. Jamás lo conseguiría, y llegó ese mensaje. Asustada y a la vez sonrojada, no dejaba de mirar el teléfono. Suspiros de fresa. ¿Dudas? Muchas. ¿Miedo? Más aún. Pasó un mes, y ella seguía teniendo por igual proporción miedo y dudas. Él no desistió, merecía la pena intentarlo, se repetía una y otra vez, lo conseguiré. Pero una noche, sin conocerlo apenas, se perdió en esos intensos ojos marrones y aún no ha sido capaz de escapar de ellos. Ahora c...

Abril, estudios mil

¡Comienza la temporada de estudios pequeños saltamontes! ¿Ya lo tenéis todo preparado? La Chica del Botón Rojo está ya de los nervios, asustada y con ganas de que pase el fatídico mes de mayo/junio. Y nada, nuevos refranes que se inventan para la época de exámenes: Abril, estudios mil. Hasta el cuarenta de mayo, estudio hasta desmayo . Se van las cabezas, pero es normal. No es sano tanto estudio.

No somos tú y yo.

Veo cómo se mueve el mundo alrededor y, sin embargo, sigo aquí parada, cansada, agobiada y todo lo que quieras acabado en "-ada" . Hablando de "-adas", ¿las hadas existen? Si la casualidad no existe, si es tan sólo el viento, ¿deberían existir las hadas? Las hojas de los árboles se mecen, se someten al movimiento ordenado por el viento. Él, en días como hoy, es el que tiene el control. Nosotros como ovejas, obedecemos sus órdenes. La lluvia, su amante y compañera, firme, sentencia una tarde extraordinaria, llena de luces y oscuridad. Ellos, la pareja perfecta. No imagino una espectacular tormenta sin ellos. Ellos, sin embargo, no somos tú y yo. No imagino una tormenta sin ti, pero tampoco una mañana, una tarde, o simplemente, un beso sin ti. Ellos, repito, no somos tú y yo. Entre todas las palabras acabadas en "-ada", mi preferida: enamorada.

Juegos de ventana

Los días negros deberían desaparecer con la llegada de la primavera. Me encanta sentarme en el sofá, con una taza de café caliente y mirar a través de las cortinas. Me pregunto qué hará la gente en un día tan gris por la calle y juego a inventar historias. ¿Juegas conmigo? ¡Comencemos! Veo un señor corriendo con su paraguas dado la vuelta, abrigo largo y zapatos negros. Veo una señora con bolsas en su mano andando lo más rápido que puede. Por último veo un chico andando despacio, dejando que la lluvia caiga encima de su cara. Ese es el elegido de hoy. " La mañana no ha empezado bien, se ha despertado tarde, el calentador decidió a media ducha dejar de funcionar. No, definitivamente, no ha sido el mejor día. Mmmm ¿estudia? Sí.   Ha llegado tarde a clase, después de veinte minutos recuerda que olvidó conectar Internet "otra discusión con ella, seguro" piensa. ¿Un nombre? Venga, ayúdame.   Clara, su novia, tiene una pequeña obsesión con los buenos días, los que aprovech...

Lápices y manías.

¡¡Buenos días! Hoy quería empezar esta entrada contando una manía absurda que tengo desde hace cosa de seis o siete meses y es la siguiente: afilo lápices de forma compulsiva . Podéis reír todo lo que queráis, venga, pero cierto es. Sólo escribo con lápices 2B, "los naranjas" porque escriben más fuerte. Tengo comprobado que cuanto más estrés tengo encima, más lo hago. Unos fuman, otros beben, yo... Yo afilo lápices. A veces me doy miedo a mí misma, pero son cosas que no puedo evitar. Curioso es, cuando estoy contigo se me olvida todo.

Fábrica de sueños

Y cogió las maletas, abriéndolas a medio camino entre el salón y su habitación dejando caer las prisas por el pasillo. Miró el armario, apoyada en el frío espejo, y sin pensar cogió todo lo que pudo, tres viajes y la maleta llena. Se sentó encima, la cerró y por un momento pensó: ¿estaré haciendo lo correcto? Cuando se quiso dar cuenta estaba montando en el tren, dejándose llevar rumbo a... Esto, ¿alguien sabe dónde nacen los sueños?

Perfecta imperfección

Ella juega con su pequeño amuleto mientras le espera. Él es perfecto. Anchas espaldas, alto y un corazón que no cabe en su pecho. Ella...  Espera impaciente, a veces piensa que es demasiado bueno para ella. Cada mañana se miraba en el espejo en busca de todos y cada uno de los defectos que tiene. No es perfecta por mucho que él lo diga. Se para a pensar y descubre que ahora, desde hace un tiempo esos defectos han ido desapareciendo. 1. No tiene la mejor piel pero es la que él acaricia todas las mañanas. ... 16. No tiene el color de ojos más bonito de todos pero en ellos él se pierde. ... 201.Tiene dotes pésimas para pintar uñas pero él se duerme tocando cada una de ellas. ... 400. Pequeña espalda repleta de lunares pero él juega a contarlos. ... 611.Piernas cortas pero justo para que él dé un beso en la frente cada vez que se ven. .. 1001.  Habla demasiado, se enfada por todo y él, con su paciencia infinita, sonríe cada vez que la ve... .....

Felicidad(es)

" Él.  Decidí estar sola y apareció; la casualidad jugó bien sus cartas.  Una noche, sin saber cómo ni porqué, nos cruzamos. Él dice que, desde ese día, se enamoró de mí; yo pienso que poco a poco fue ganándome. Ahora el Chico del Botón Rojo se cuela cada noche en mis sueños, me da un beso y se marcha. Todas y cada una de ellas.  Ridículas son las palabras que digo, porque no sería capaz de describirlo. "Dudo que tú me quieras más", eso dice. Yo, sin embargo, le quiero, igual o más, pero siempre más concentrado.Le robo un beso y sigo escribiendo. ¿Os cuento un secreto? Hacía mucho tiempo que no era tan feliz ." Te sientas en esa butaca vacía, cierras el libro de la Chica del Botón Rojo y suspiras. Otra historia más que sientes tuya, otro beso que juraste robar tú. Pero eso no es lo que te preocupa ahora mismo, ¿cómo será el Chico del Botón Rojo? ¿Lograrás encontrar uno así? Todas esas respuestas, llegarán.