Sin más, sonrisas que van y vienen, lágrimas que se quedan unas veces sinceras otras veces crueles. ¿Quién dijo que existía la normalidad?
Como filosofía de vida tengo la frase "coqueta a ratos, croqueta siempre". Vivo atada a un recuerdo que cosí a un pequeño botón rojo. Escribo cosas sin sentido, sin motivo y sin razón. O tal vez no.