"Mas yo tengo fe en que despertaré y tú me amarás, se hará realidad lo que yo soñé..." Y como siempre me pierdo entre historias de princesas y demás encantadores personajes. Todo parece tan... ¿Real? Pero todo acabará cuando despierte, o ¿no? Doy vueltas en mi cama, estas sábanas azules me hacen creer que realmente estoy cubierta por ese vestido soñado y sin quererlo mis pies bailan al compás de la música. Esa canción. Y así despierto, otro día normal, otro monótono y sin saberlo es el día. Sí, hoy. Ahora sin imaginarlo llevas ese vestido, te sientes tan bonita y al igual que en esa canción aparece él, tu príncipe. Pero esta vez modificamos el cuento, esta vez es El Chico del Botón Rojo. "¿Pero no te acuerdas? Ya nos habíamos conocido antes. Tú misma lo has dicho, una vez en un sueño..."
Como filosofía de vida tengo la frase "coqueta a ratos, croqueta siempre". Vivo atada a un recuerdo que cosí a un pequeño botón rojo. Escribo cosas sin sentido, sin motivo y sin razón. O tal vez no.