Muchas horas de viaje, demasiados pedazos de papel rotos que se quedan aquí en el asiento de al lado vacío.
Los recuerdos poco a poco se van y se convierten en relatos lejanos que un día volverán, pero hoy no.
Miras hacia el frente, el chico que te dejó los pañuelos habla con su compañero de viaje ¿será también su amigo?, ahora hacia la derecha y ves una pareja de ancianos que viajan dados de la mano ¿algún día podrás cruzar mares y océanos cogida de otra mano? Otra que no sea la suya, otra que no sea tan suave que te pone los pelos de punta al rozar la mía. Esta fiebre mía por ti debe acabar. Vuelves a mirar al frente, ya queda poco.
El avión está aterrizando, comienza una nueva vida, quizá.
Los recuerdos poco a poco se van y se convierten en relatos lejanos que un día volverán, pero hoy no.
Miras hacia el frente, el chico que te dejó los pañuelos habla con su compañero de viaje ¿será también su amigo?, ahora hacia la derecha y ves una pareja de ancianos que viajan dados de la mano ¿algún día podrás cruzar mares y océanos cogida de otra mano? Otra que no sea la suya, otra que no sea tan suave que te pone los pelos de punta al rozar la mía. Esta fiebre mía por ti debe acabar. Vuelves a mirar al frente, ya queda poco.
El avión está aterrizando, comienza una nueva vida, quizá.