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Una vez más... (II)

"Piensa en lo que te queda por hacer... ¿Por qué refugiarse en una mirada que no transmite nada? La Chica del Botón Rojo cada vez aprende más rápido a levantase, a resurgir de las cenizas pero aprende a golpes. Te miro partir y no puedo evitar soltar una lágrima. Entonces ocurre, mi corazón despierta en un vago intento de captar tu atención. Salgo corriendo e intento alcanzarte mas cuanto más estiro mi mano más lejos estás de mi lado. Entre lágrimas te dejo marchar. En ese instante el bello paisaje que habíamos dibujado repleto de árboles, pájaros y ese lago que representa nuestro amor se enturbia. Llega el invierno a mi corazón y hace perenne toda la flora que se encuentra en aquel bello paisaje que un día fue algo maravilloso. Los sauces llorones me acompañan en mi melodía, refugiada bajo sus grandes hojas echo mano a corazón el cual ha sido como una hoja caduca, cayó hace mucho y se fue con tu recuerdo..."
Lo miras y recuerdas cuando días antes leías todo lo contrario de este gran amor. Desde hoy piensas que el amor no es más que imaginación, nada que ver con lo que dicen en los cuentos de princesas que te leía tu abuela antes de ir a dormir...

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En un beso infinito más uno.

Ella caminaba sin destino fijo por esa fría ciudad. Enfundada en ese abrigo amarillo, con esos guantes que aunque pequeños son justo de su tamaño y él, en su mente, claro. Mordisquea el cable de los cascos, mira la hora y parece que no pasa el tiempo. Paseos en soledad, sintiéndolo aunque lejos. Aunque efímero fue intenso, esporádico, sin sentido, sincero. Ella, no sabía mucho de matemáticas, tanto que sin mesura amó hasta quedarse sin reservas porque él dijo: "Yo te quiero hasta infinito más uno ¿tú? ¿Cuánto me quieres a mí?" . Pero nunca llegó a tanto, ni ella ni nadie.   Tantas hipótesis que nunca llegaron a ser investigadas, se quedaron en eso... En "y si..", en ayer.

In-felicidad

"Apoyarme en tu pecho, quedarme dormida leyendo un cuento. Oler tu perfume día tras día. Sentir tus suaves manos por mi espalda. Mirarte a los ojos y ver reflejada la felicidad. Costumbres que son difíciles de quitar..."

Días.

Pasan y pasan los días y ahí está ella sentada en aquel sillón que una vez significó tanto. Aquella butaca en la que se fugaron tantos suspiros de amor, tantos que en esa habitación apenas quedaba aire para respirar. Fue por esta razón que todo lo que con tanta delicadeza habían creado los dos se fue, se fue con el cantar de los pájaros dejando una fría mañana de invierno que dudaría hasta el día de hoy. Después de tanto tiempo ya tenía los ojos secos de todas las lágrimas que había derramado, de tantos llantos incontrolados, de tanta vida perdida sin motivo aparente. Pero es ahí cuando ella se da cuenta de lo que realmente significa vivir, de lo que no está ganando por estar lamentándose. ¡Es una idiotez! Abrir los ojos y ver un mundo diferente, lleno de luz y alejado de tanta oscuridad a la que estaba acostumbrada. Alzar la cabeza y darte cuenta de todo lo que te queda por hacer. Un impulso de felicidad hace que su cuerpo parezca que se eleva pero de repente, todo vuelve atrás. La...