Escribo en un papel todo lo que me pasa por mi mente. Lo borro. Por mi cabeza no deja de repetirse, una y otra vez, tu nombre. En bucle, como la dichosa canción del verano, aparece tu imagen en mi cabeza. Sonriendo, tu pelo rubio y esos ojos verdes.
¿Por qué eres tan perfecto para mí? Lo pienso. Una y otra vez, me siento cómoda contigo y a la vez somos tan. absoluta y completamente, distintos. No digo solo diferentes, incompatibles. ¿Será verdad lo que los polos opuestos se atraen? Quizá.
Una y otra vez, tu nombre en mi cabeza. Y sonrío si pienso en ti y aparece un mensaje tuyo. Como si fuera una señal del destino, me acuerdo de ti y tu nombre aparece en mi pantalla. Como cuando teníamos quince años, ¿recuerdas? Y nos dábamos esos toques al móvil para recordarte, de manera sutil, estoy pensando en ti.
Y como toda canción del verano, este amor tiene su fecha de caducidad. No sé si llegué a quererte, y me muero de ganas de volver a verte. Pero algo me dice, dentro de mi corazón, que es mejor esconderme, esperar al otoño y sentirme a salvo.