Y con esos labios rojos, con esa mirada intensa. Con todo lo que ella representa, sí, ese magnífico amuleto que siempre lleva a cuestas. Son todas esas razones las que hacen que por las mañanas se despierte con una sonrisa en los labios mientras piensa "te lo prometo mi amor, nunca más volverás a ver miradas tristes, días grises a mi lado".
Ella, La Chica del Botón Rojo, he de confesar que es cristalina, con una sola mirada puedes verla tal y como es. Simple, sencilla, sensacional y de nuevo repito todas esas palabras que comienzan con s, todas. ¿Quién no tiene alguna en su vida? ¿Quién no se ha sentido alguna vez, La Chica del Botón Rojo? ¿Quien no ha soñado con poder estar en ese mundo imaginario en el que todo tarde o temprano tiene un final feliz? Todas somos un poco ella, La Chica del Botón Rojo.
Ella, La Chica del Botón Rojo, he de confesar que es cristalina, con una sola mirada puedes verla tal y como es. Simple, sencilla, sensacional y de nuevo repito todas esas palabras que comienzan con s, todas. ¿Quién no tiene alguna en su vida? ¿Quién no se ha sentido alguna vez, La Chica del Botón Rojo? ¿Quien no ha soñado con poder estar en ese mundo imaginario en el que todo tarde o temprano tiene un final feliz? Todas somos un poco ella, La Chica del Botón Rojo.