"END, final. Siempre hay una línea que marca el punto crítico, nuestro final. Nunca sabes qué ocurrirá esa mañana que sin pensarlo mucho crees ser feliz. Jamás te dejarán estar contenta, sentirte a gusto contigo misma. Quizá realmente exista una fuerza que te hace caer de tu gran nube azul. ¿Crees realmente en Dios? Oh! No, para nada. Hablo de algo en tu interior, algo que te hace caer y levantarte aún más fuerte. Si no, ¿cómo sabríamos la diferencia entre felicidad y angustia?
Todo por una razón, en este caso con una letra E, creyendo empezar una historia con un final diferente D.
Todos creíamos que nuestra vida se basa en amor y desamor "Oh! ¡Qué infeliz, desdichado/a y triste estoy porque no me quieren! Me moriría ahora mismo porque ese/a chica/o ha roto mi pobre corazón..." Todos nuestros relatos e historias están relacionadas con el amor, y no les falta razón, pero otras están relacionadas con otro tipo de amor, fraternal. Ese que no se puede comprar, ese que añoras ahora que no está. Sí, la Chica del Botón Rojo podrá enamorarse pero realmente... ¿Eso es amor? ¿Cuánto durará esta vez? ¿Será este el último? No es el primero y tampoco será el último sin embargo, él, si fue, es y será siempre único. Tan dispuesto a sacarnos una sonrisa, siempre recordarás esas historias contadas una y otra vez que antes no entendías y ahora añoras no escucharlas. Él está ahí sentado en su silla comiendo callos, entonces apareces tú, que tendrás ¿tres, cuatro años? te coge y untas todo el pan en la salsa. De fondo escuchas alguna que otra palabra diciendo "si no lo veo no lo creo. Llegamos a ser nosotros de pequeños y nos echas de casa, claro pero como es la niña pues nos dejamos eh!" sin embargo tú sigues ahí a lo tuyo.
Anécdotas como estas y muchas más son las que ahora recuerdas y te ríes entre lágrimas. Aún no me acostumbro que no estés, sigo esperando que aparezcas por la puerta. No podría olvidar jamás ni un sólo minuto juntos, tanto los buenos que fueron muchos como los malos que también hubo. Gracias por estos diecinueve maravillosos años. Simplemente gracias abuelo."
Todo por una razón, en este caso con una letra E, creyendo empezar una historia con un final diferente D.
Todos creíamos que nuestra vida se basa en amor y desamor "Oh! ¡Qué infeliz, desdichado/a y triste estoy porque no me quieren! Me moriría ahora mismo porque ese/a chica/o ha roto mi pobre corazón..." Todos nuestros relatos e historias están relacionadas con el amor, y no les falta razón, pero otras están relacionadas con otro tipo de amor, fraternal. Ese que no se puede comprar, ese que añoras ahora que no está. Sí, la Chica del Botón Rojo podrá enamorarse pero realmente... ¿Eso es amor? ¿Cuánto durará esta vez? ¿Será este el último? No es el primero y tampoco será el último sin embargo, él, si fue, es y será siempre único. Tan dispuesto a sacarnos una sonrisa, siempre recordarás esas historias contadas una y otra vez que antes no entendías y ahora añoras no escucharlas. Él está ahí sentado en su silla comiendo callos, entonces apareces tú, que tendrás ¿tres, cuatro años? te coge y untas todo el pan en la salsa. De fondo escuchas alguna que otra palabra diciendo "si no lo veo no lo creo. Llegamos a ser nosotros de pequeños y nos echas de casa, claro pero como es la niña pues nos dejamos eh!" sin embargo tú sigues ahí a lo tuyo.
Anécdotas como estas y muchas más son las que ahora recuerdas y te ríes entre lágrimas. Aún no me acostumbro que no estés, sigo esperando que aparezcas por la puerta. No podría olvidar jamás ni un sólo minuto juntos, tanto los buenos que fueron muchos como los malos que también hubo. Gracias por estos diecinueve maravillosos años. Simplemente gracias abuelo."