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Ansiedad

Su nombre es ansiedad.  No es la mejor compañera de piso que he tenido. A veces trae demasiados amigos, tristeza, jaqueca, taquicardia... Y la verdad, es que se montan cada fiesta. Es imposible descansar, dormir o querer hacer algo si están en casa. Ansiedad se queda a vivir conmigo. Hace tiempo que convivimos, ella no quiere irse, por más directas e indirectas que le doy.  Llantos en la noche es otro de sus recurrentes amigos, ese quizá es uno de los que peor llevo. Cada noche que viene, cada noche que no descanso. Estoy agotada, necesito descanso. ¿Alguien que busque nuevo compañero de piso? 
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La distancia exacta

 Puede que no sepa lo que es querer. Que simplemente siga persiguiendo esas cenizas de lo que fuimos. De lo que un día nos dijimos. Le miro, me pierdo con su olor, me sonrojo si me dice cualquier tontería. Le miro y te echo de menos, quiero tus abrazos cuando me fundo en sus ojos. Quiero tus besos cuando me habla. Joder, sí que lo quiero. Te echo de menos en el cuerpo de otro. Te echo de menos, amor. La soledad está bien, pero ¿no crees que es hora de que vuelvas? Ya ha pasado bastante tiempo, demasiado diría yo. Quisiste visitarme hace un año y no salió como queríamos, me la debes. Te necesito, déjame sentirte de nuevo. Creo que desde que estaba en el colegio no sentía este "dolor", llamémoslo así, esa intensidad en el corazón cuando paso cerca. Quizá siempre había sido correspondida en cierta medida, o simplemente se me pasaba la "tontería" pronto. Quizá porque esta vez es distinto. ¿Qué clase de imán tiene conmigo? Es su gravedad, tan certera que me atrae incluso...

Dos semanas

 ¿Sabes esa sensación de saber que algo va a pasar? Pero sensación de algo bueno. Esas mariposas en el estómago, ese cosquilleo tonto.  No sé si es el instinto, las hormonas, el calor, o que mi corazón decide latir a la velocidad del rayo cada vez que paso cerca de él.  Ay, qué bonita sensación para dos semanas que nos quedan.  Creo que solo he sentido ese cosquilleo una única vez más, y salió tan tan mal... Que ya no espero nada, solo dejarme llevar y mantenerme en su sombra. 

Eso es lo que yo llamo, ansiedad

 Un correo antiguo, dos frases sin terminar, tres cigarros a medio consumir, cuatro cafés fríos en mi jardín.  Podría decir mentiras, podría escribir sobre lo idílica que es la vida de una chica joven, que vive sola, que tiene trabajo y un coche nuevo. Esa vida a la que todos aspiramos, pero la vida, desgraciadamente no es así.  Cuando era pequeña soñaba con ser mayor. Eso de tener 30 años te parecía un mundo. Mamá y papá, tus referentes en la vida y seguir sus pasos era tu intención. Recuerdo una infancia muy feliz, la verdad, pese haber tenido alguna crisis de rebeldía. Recuerdo el día que le dije a mi madre que la odiaba, seguro que por alguna razón sin sentido a día de hoy y como se echó a llorar. Aún no comprendo como pude decir eso, pero la excusa es fácil, "la edad".  Un hermano de mi madre falleció muy joven, y sí, ahora digo joven porque para mí, (por ser a fin de cuentas hermano de mi madre aunque no llegué a conocerlo) era mi tío, para mí era "una persona ...

Netflix, manta y chocolate caliente

 Lunes al sol, o a la sombra de los pinos. O bajo una manta en el sofá, mientras haces palomitas para ver esa película absurda que te recomienda Netflix. Sí, esa que habla de tonterías, como el amor. Esa que idealiza los besos bajo la lluvia, el abrazo con más planos del cine y que hace que todos sean felices y coman perdices . Odio esas películas, en las que dos desconocidos se acaban enamorando en tan solo una mirada, las odio porque ocurre en la vida real, pero de forma unilateral.  Que la vida se me pasa mientras trato, inútilmente, de esquivarla. Que dos días más, tal vez, no sean dos días menos. Que tu risa me hace falta y vuelve a llegar tarde a mi casa. Que mi nevera sigue vacía, como mi corazón, y sin saber porqué, esperaba que si pasaba el día, perdida como una idiota, en mi cama, tal vez, solo tal vez aparecieras entre mis sábanas. Que tus besos se me clavan como un recuerdo en mi espalda, en mis entrañas, en lo más profundo de mi alma.  Que es raro echar de me...

La canción del verano

 Escribo en un papel todo lo que me pasa por mi mente. Lo borro . Por mi cabeza no deja de repetirse, una y otra vez, tu nombre. En bucle, como la dichosa canción del verano, aparece tu imagen en mi cabeza. Sonriendo, tu pelo rubio y esos ojos verdes.  ¿Por qué eres tan perfecto para mí? Lo pienso. Una y otra vez, me siento cómoda contigo y a la vez somos tan. absoluta y completamente, distintos. No digo solo diferentes, incompatibles. ¿Será verdad lo que los polos opuestos se atraen? Quizá. Una y otra vez, tu nombre en mi cabeza. Y sonrío si pienso en ti y aparece un mensaje tuyo. Como si fuera una señal del destino, me acuerdo de ti y tu nombre aparece en mi pantalla. Como cuando teníamos quince años, ¿recuerdas? Y nos dábamos esos toques  al móvil para recordarte, de manera sutil, estoy pensando en ti .  Y como toda canción del verano, este amor tiene su fecha de caducidad. No sé si llegué a quererte, y me muero de ganas de volver a verte. Pero algo me dice, dentr...

Déjame pensarlo.

Dicen que no deberías probar algo más de veintiún días seguidos porque crea adicción. Esos son, exactamente, los días que llevamos sin vernos. ¿Mañana ya no pensaré en ti? ¿Mañana serás una persona más?  Déjame que lo dude, déjame pensar que lo nuestro es atracción pura desde el día en el que nos vimos. Que tus manos necesitan mi cuerpo, como mis labios necesitan los tuyos.  Quizá nuestra química supera las teorías. Déjame pensarlo.