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Mostrando entradas de septiembre, 2021

La fragilidad de un corazón roto en otoño

 Qué frágil la línea del tiempo. El paso de los días, las semanas, parecen meses, años sin ti.  La fragilidad de un corazón hecho pedazos que cada vez que se intenta reponer, se destruye otra esquinita del mismo. Las piezas, por mucho que se quiera, no encajan.  ¿Cuántas noches en vela? ¿Cuántas peleas con tu subconsciente deberemos librar? Un pulso razón con corazón, en el que unas noches, las ganas de besarte ponen fin al combate; y otras, las lágrimas que derramo. Se acerca el frío.

Caminos cruzados

 Creo verte entre la multitud, me pierdo entre rostros sin nombre, historias sin principio ni final. Me da un vuelco el corazón, se encoge y se frena. En seco. Sin aviso, con dolor y sin anestesia. Te echo de menos.  La razón se vuelve cabezona, un par de palmadas y salgo del bucle. No eres tú, no estás caminando de la mano de otra. No es ella, no eres tú, pero sí soy yo.  Sigo caminando, entre tinieblas, sin conocer rostros, sin distinguir a la gente. Sin encontrarte mientras suspiro en vano.  Te echo de menos.

Enredos

Se clavó su mirada en lo más profundo de mi corazón. Tus manos suben despacio por mi espalda, hasta llegar a mi cuello. Pero no son las suyas. Me duele, su mirada y la tuya. Me duele fingir que todo está bien, que soy feliz así, cuando no lo es.  Estoy rota, en mil pedazos, en silencio. El más profundo en años. Sin que nadie sepa cómo de rota y vacía estoy. No duermo, no quiero volver a soñar con él mientras duermo en tu cama. Cuando tus sábanas rozan mis piernas, cuando imagino cualquier mundo con él y no estás tú. Cuando respirar me corta el alma cuando recuerdo su voz y mientras me cuentas qué tal te ha ido el día. Estoy rota, estoy vacía. Me falta él, me sobras tú.