Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2020

Te estaba esperando

A veces el camino no es fácil, nadie nos lo asegura. No sé si mi vida cambió antes o después de conocerte, lo que sí puedo asegurarte es que sonrío cada día un poco más.  Te conocí, me enamoré, puse mi vida en tus manos, como dice la canción.  Obviamente no quiero pisar el freno, quiero recorrer toda la vida que tenemos por delante contigo. Nunca sabrás si el destino lo quiso así, quizá es una jugada maestra. Incluso llegue a pensar que eras un sueño. O que simplemente te estaba esperando.

Un pulso al corazón

 Mis horas frente al ordenador, un café frío y mi mente bloqueada. ¿A qué labios quisiste besar anoche? ¿En qué ojos me olvidaste? Porque sé justo donde te apoyaste para coger impulso, en mi corazón. Aprieto los dientes mientras fijo mi mirada en una foto. Eras todo lo que más quería y me dejaste ir. Echando un pulso al corazón en otoño, el ganador lo decidirá el invierno. 

Se lo que hicimos el último verano

 Mi vida como una película de thriller de serie B.  Suspense, suspende. Dos estrellas. Mis labios, tus manos. Misbesos, tus caricias. Reímos, lloramos. Pero siempre nos amamos. Llegó el otoño, se acerca el invierno... Sé lo que hicimos el último verano.

Hipótesis nula

 Aceptemos decir las cosas por su nombre. Aceptemos admitir estar triste, sentirse solo y mirar atrás. Escuchar una canción y llorar. Echar de menos y que duela. Querer volver atrás y no poder levantarte de la caída. Extrañar momentos, vivir nuevos que no te llenan.  Que duela decirtelo, que duela admitirlo, pero liberarte de sentimientos. Aceptemos la hipótesis nula de ser feliz sin tu ayuda.

Decoro defectos

Quiero deshacer mi cama, a bocados, con lujuria con pasión desenfrenada. Tener tu olor permanentemente en mi nariz. Entregarme a ti, tan pura, tan frágil...  A la vez pienso en todo lo que supones, en todos mis miedos, en caricias compartidas. En un nosotros olvidado, oxidado por el paso del tiempo. ¿Cuándo llega el invierno? Sintonizar con mis sentimientos, con mis dudas y tus miradas perdidas. Necesito saber cuando sale el sol en tu corazón. 

Sevilla

Las flores en mi camisa, la risa a tu lado. La sombra que me cobija. Es verano, y todo brilla.

Tormentas de verano

Los misterios que se encubren en la noche, las tormentas de verano. Las luces apagadas y las luciernagas en acción. Mi vida en tus manos y literalmente muerdo. Hace frío y es julio. Mil kilometros a las espaldas. Dos segundos a tu lado, medio suspiro que se pierde.

Lo siento

Los días cuentas, los minutos se olvidan y tu mirada con la mía se funde en un instante. Y al siguiente la pierdo. Abrázame fuerte, déjame sin aire. Perdóname por comparar el pasado y confiar en el futuro incierto. La verdad es que muero por dentro en un mar de dudas. Me ahoga la incertidumbre y me pesan los errores. Tú, yo, yo, tú. Él, ella, ellos, vosotros pero, ¿nosotros?

Tenía tantas cosas que darte

La percepción del paso del tiempo. Mirar el calendario, comprobar que esa fecha sigue teniendo las mismas marcas, ahora borradas. Esas que hice con tanta esperanza, con tanto amor. Tenerlo tan presente día a día, que no está y que no volverá. Aún recuerdo esa emoción contenida, ese sabor a incertidumbre y ese brillo en la mirada. Seguirá marcado para siempre. Entre tú y yo, siempre serás mi estrella.

Café con canela

Fue la casualidad vestida con aroma de Café con Canela. Fue ella la que nos guió el uno al otro, y en cuatro segundos me enamoré. Mi mirada, tu risa, mi miedo a dar un paso más, el roce de tus dedos en mi mejilla, las ganas de perderme en un beso. Y llegó el día en el que sin pensarlo, en la mayor intimidad me hiciste conocer lo que era la felicidad. Puse mis cartas sobre la mesa, la mayor jugada hasta el momento. Son esos años que han pasado,  los que me inquietan a pensar que jamás será otro el que invada de felicidad mis noches, mis días, mi vida. Porque en el fondo, eres tú tomando un café con canela.

Bipolar

Es que ya no somos tú y yo. Hace tiempo que las horas pasan y parecen años queriendo ser otra persona. Que recuerdo tu olor y pido por favor que se vaya. Háblame de tus miedos, te contesté con mis mayores pesadillas . Perderme entre tus brazos, comprar un billete de ida y vuelta a tu corazón. Te regalo una sonrisa y me devuelves indiferencia. Vuelvo a caer en tu red. Mentiras, besos vacíos de sentimiento. Me he vuelto a perder entre estas líneas. No puedo, bipolar. Ven a contarme de nuevo esa historia en la que los enamorados se encontraban. Ven a contarme donde puedo encontrar el camino que me lleve de nuevo a ti. Esta montaña rusa de sentimientos contradictorios. Donde nada es de verdad, donde tus besos me confunden y mis miradas se arrastran hasta conseguir una respuesta. Que te quiero, que después nada es igual, que tienes mi vida en tus manos. Que no tengo brújula y me pierdo sobre mis pasos hasta llegar a ti.

Tú y yo

¿Estás preparado? La carrera empieza ya. Como dice la canción somos dos novios que no tienen mes de abril.

Cincuenta y cuatro

Me pierdo. Suspiro, respiro, admito mis errores. Caigo en la aventura de recorrer tu cuerpo. Despacio, sin prisas, tenemos todo el tiempo del mundo. Esta vez, esta vez es verdad. Quiero respirar a tu lado, dormirme sobre tu pecho mientras me acaricias la espalda. Quiero que saltes de un lunar a otro mientras cuentas veinte. Quiero cincuenta y cuatro días más y una inifidad. Quiero tener tu libertad, quiero volver a entrelazarme contigo. Reírme a tu lado, sin tener que apartar la mirada cuando nos cruzamos, sin morderme la lengua si quiero decirte que te echo de menos. Me escondo en mi media sonrisa, sigo pensando en los besos que no me diste cuando lo necesitaba. ¿Dónde se quedaron?

Hay una carta para ti

Han pasado dos horas y mi corazón no late. No estás, por más que te busque, no apareces. Han pasado tantas cosas en dos horas que me moría por decírtelo. Jamás pensé que te necesitaba tanto. Mi mitad, mi sentido. Un té contigo, un abrazo como abrigo. Tu mirada perdida en la mía sin decirnos nada. Una caricia sincera, un día perdido en el sofá.

Me sabe a poco quererte

La vida juega sus cartas y nosotros tratamos de averiguar cuál será la jugada. La maestra, la especialidad de la casa. Como títeres en sus manos, vamos de un lado a  otro. Mi sincera disculpa ante ella, por todas las veces que he tratado de burlarme y encontrar un atajo. Tengo miedo y aprieto entre mis manos el botón rojo. Me cuesta respirar y mi voz se vuelve entrecortada. No puedo llegar a pronunciar tu nombre. Siempre en la sombra, siempre en silencio. Perdóname vida, perdóname por ser arrogante y querer anticiparme. Ahora mis manos se vuelven aire y yo me esfumo con ellas.

Nos quieres

Qué incoherencias tiene la vida, mis sueños son prácticamente reales. Me rompes el corazón en mil pedazos, estallas los sentidos y no sé como explicarme. Me despierto llorando por soñar contigo, me levanto entre lágrimas haciéndome sentir culpable por enfadarme contigo, pero  ¿dónde quedaron los besos? Falsas promesas enjauladas entre barrotes de oro. Sonrisas incompletas porque no soy la única a la que se las dedicas. Mentiras, maldad y viajes al más sin sentido de todos. Estoy enamorada del amor, de tenerte cerca, de tu olor, pero jamás de ti. Mi reino por tu risa sincera. Mi vida por una caricia repleta de amor. Te quiero.

Encontrar(te)

No es un día especial, ni todo es distinto. Tal vez esta sea la normalidad que entiendo ahora mismo. Vivo al día, atada a un porvenir de problemas y ansiedad. No estás, ni estarás. Y por mucho que este sentimiento vuelva a resurgir en mi interior, no volverás a ser tú. Es un adiós y todo acabó. Qué misterios encubren tus manos, quiero creerte pero no podría. Quiero sentir que son sinceras tus miradas, son las 20:14 de un dieciséis de enero. Son los momentos que viviremos juntos, los que fueron y los que serán.

No quiero un héroe

Respiro, recuerdo, reviento. Mis erres . Mi risa absurda. Mis retiros . Mis repetidas idas y venidas. Mi reino en ruinas . Respiro, recuerdo, reviento. Quiero recapacitar e intentar reiniciar la marcha. Todo fluye, nada permanece. Reinvento el camino hacia ti, pero siempre repito el mismo error. No quiero un héroe, ni un rey . Quiero sentarme a tu lado y redirigir  nuestros caminos hacia cualquier parte del planeta, juntos.

Millones

Puedo ofrecerte una vida a mi lado. Puedo darte todo el amor que tengo en mis manos. Puedo ser tu compañera de viaje por muchos lugares inexplorados. Quiero verte cada amanecer. Quiero sentir tus dedos acariciar mis piernas. Quiero volar con cada una de tus cosquillas en mi cuello. Debo ser cauta y no dejarme llevar por mis sentimientos. Debo invertir cada una de tus miradas en un fondo de pensiones de besos y caricias infinitas. Debo creer que estarás dispuesto a saltar si yo salto. Puedo, quiero y debo decirte que te quiero. Todos y cada uno de mis días, millones de veces.