Han pasado dos horas y mi corazón no late. No estás, por más que te busque, no apareces.
Han pasado tantas cosas en dos horas que me moría por decírtelo. Jamás pensé que te necesitaba tanto. Mi mitad, mi sentido.
Un té contigo, un abrazo como abrigo. Tu mirada perdida en la mía sin decirnos nada. Una caricia sincera, un día perdido en el sofá.
Han pasado tantas cosas en dos horas que me moría por decírtelo. Jamás pensé que te necesitaba tanto. Mi mitad, mi sentido.
Un té contigo, un abrazo como abrigo. Tu mirada perdida en la mía sin decirnos nada. Una caricia sincera, un día perdido en el sofá.