"Acordes, melodías y pájaros en la cabeza..."
Hay canciones que duelen pero que repites una y otra vez. Hasta que ya no quedan más lágrimas que soltar.
Pensar que una vez esas canciones fueron tanto y ahora no son más que un dolor en el pecho, un par de lágrimas y un esta vez no juraré amor eterno.
Pasará el tiempo y aún estaré esperando que suene el teléfono y decir: ¡él! Me está llamando. Después pondré un gesto raro y diré: "Ah! Claro, la radio".
¿Por qué seremos tan estúpidos de repetir las cosas que más duelen y no buscar una salida hacia lo que realmente nos puede llevar a la felicidad?
"Quiero ser el verbo puedo, quiero andarme sin rodeos, confesarte que una tarde a morir por ti..."
Hay canciones que duelen pero que repites una y otra vez. Hasta que ya no quedan más lágrimas que soltar.
Pensar que una vez esas canciones fueron tanto y ahora no son más que un dolor en el pecho, un par de lágrimas y un esta vez no juraré amor eterno.
Pasará el tiempo y aún estaré esperando que suene el teléfono y decir: ¡él! Me está llamando. Después pondré un gesto raro y diré: "Ah! Claro, la radio".
¿Por qué seremos tan estúpidos de repetir las cosas que más duelen y no buscar una salida hacia lo que realmente nos puede llevar a la felicidad?
"Quiero ser el verbo puedo, quiero andarme sin rodeos, confesarte que una tarde a morir por ti..."