Ir al contenido principal

Nos iluminan las estrellas

Tras unas largas vacaciones vuelves a casa. Tu hogar. Abres la puerta, nada más entrar ya sientes ese familiar olor a colonia, ese ambientador que olvidaste quitar pero ahora sólo das las gracias porque esté ahí, haciéndote recordar lo que es entrar en casa. Sueltas las maletas por ahí, más tarde las recogerás. Te sientas en tu querido sofá ¡Oh Dios cuánto lo echabas de menos! Y tus ojos se van firmes hacia la mesita baja, ahí justo donde lo dejaste está. La Chica del Botón Rojo ese gran libro de apuntes de una vida paralela. Esas pequeñas historias que hacen olvidar muchos de los problemas y situaciones que tienes aquí, en el mundo real. Sin más dilatación comienzas a leer. 
"Realmente esto es el paraíso. No me arrepentiré jamás de no querer olvidarte y lo que es más importante de no poder borrarte de mi corazón. Esta noche ha sido fantástica, mientras escribo a la luz de mi pequeña vela, tú sigues dormido. No sería capaz de describir esta sensación en mil años. Eres tan maravilloso, cariñoso. Si pienso en tus manos acariciando mi pelo, mi espalda desnuda no puedo evitar sonreír, sonreír de esa forma que tanto te gusta. Ahora me acercaré a mi cama, me meteré entre las sábanas que te cubren y ahí me fundiré en un profundo sueño...."
Parece ser que eres la única que ha perdido el tiempo estas vacaciones. La Chica del Botón Rojo está sumergida en una maravillosa historia de amor mientras que tú sigues sin saber quién es ese chico que te deja notas en tu puerta. No pienses más y sigue leyendo.
"Tras otro intenso sueño, abro un poco los ojos  y te veo sentado en la orilla de la cama. Mirando al vacío, vagando entre tus más secretos pensamientos. Es ahí cuando me acerco susurrando tu nombre. Acaricio tu espalda, me encanta es tan...¿Abrazable? Supongamos que es eso. Me incorporo y me fundo en un abrazo. Entonces te das la vuelta, me das un beso y marchas. No pensé que fuera tan pronto, pero todo príncipe tiene sus obligaciones verdad. No puedes ausentarte de tu trono por mí durante tanto tiempo. Me consuela saber que te veré pronto. Espero que muy pronto..."
Es tan romántico todo. Ella ha conocido a su príncipe...
"Aún no te has ido y ya te estoy echando de menos. Me costará dormir otra noche en esta cama sin que tú estés a mi lado. Créeme, me estoy enamorando demasiado de ti..."

Entradas populares de este blog

En un beso infinito más uno.

Ella caminaba sin destino fijo por esa fría ciudad. Enfundada en ese abrigo amarillo, con esos guantes que aunque pequeños son justo de su tamaño y él, en su mente, claro. Mordisquea el cable de los cascos, mira la hora y parece que no pasa el tiempo. Paseos en soledad, sintiéndolo aunque lejos. Aunque efímero fue intenso, esporádico, sin sentido, sincero. Ella, no sabía mucho de matemáticas, tanto que sin mesura amó hasta quedarse sin reservas porque él dijo: "Yo te quiero hasta infinito más uno ¿tú? ¿Cuánto me quieres a mí?" . Pero nunca llegó a tanto, ni ella ni nadie.   Tantas hipótesis que nunca llegaron a ser investigadas, se quedaron en eso... En "y si..", en ayer.

In-felicidad

"Apoyarme en tu pecho, quedarme dormida leyendo un cuento. Oler tu perfume día tras día. Sentir tus suaves manos por mi espalda. Mirarte a los ojos y ver reflejada la felicidad. Costumbres que son difíciles de quitar..."

Días.

Pasan y pasan los días y ahí está ella sentada en aquel sillón que una vez significó tanto. Aquella butaca en la que se fugaron tantos suspiros de amor, tantos que en esa habitación apenas quedaba aire para respirar. Fue por esta razón que todo lo que con tanta delicadeza habían creado los dos se fue, se fue con el cantar de los pájaros dejando una fría mañana de invierno que dudaría hasta el día de hoy. Después de tanto tiempo ya tenía los ojos secos de todas las lágrimas que había derramado, de tantos llantos incontrolados, de tanta vida perdida sin motivo aparente. Pero es ahí cuando ella se da cuenta de lo que realmente significa vivir, de lo que no está ganando por estar lamentándose. ¡Es una idiotez! Abrir los ojos y ver un mundo diferente, lleno de luz y alejado de tanta oscuridad a la que estaba acostumbrada. Alzar la cabeza y darte cuenta de todo lo que te queda por hacer. Un impulso de felicidad hace que su cuerpo parezca que se eleva pero de repente, todo vuelve atrás. La...