Quemarse.
Quemarse por haber jugado con fuego no duele igual.
Quemarse por haber intentado sofocar un incendio en tu corazón, ese sí que duele.
A ver qué pasa.
Como filosofía de vida tengo la frase "coqueta a ratos, croqueta siempre". Vivo atada a un recuerdo que cosí a un pequeño botón rojo. Escribo cosas sin sentido, sin motivo y sin razón. O tal vez no.