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Mostrando entradas de abril, 2013

Quiero ser

" Acordes, melodías y pájaros en la cabeza... " Hay canciones que duelen pero que repites una y otra vez. Hasta que ya no quedan más lágrimas que soltar. Pensar que una vez esas canciones fueron tanto y ahora no son más que un dolor en el pecho, un par de lágrimas y un esta vez no juraré amor eterno. Pasará el tiempo y aún estaré esperando que suene el teléfono y decir: ¡ él! Me está llamando . Después pondré un gesto raro y diré: "Ah! Claro, la radio". ¿Por qué seremos tan estúpidos de repetir las cosas que más duelen y no buscar una salida hacia lo que realmente nos puede llevar a la felicidad? "Quiero ser el verbo puedo, quiero andarme sin rodeos, confesarte que una tarde a morir por ti..."

Sin más

Entre todas las incoherencias de mi vida te elegí a ti.

JELOUU

Poca inspiración últimamente, empieza la cuesta arriba del segundo cuatrimestre. Es más duro de lo que pensaba.  Este curso va a poder conmigo (o al menos esa creo que es la intención que tiene). En fin, disculpen las malas entradas de estas semanas. A veces es mejor eso que nada.  Volveré, digo yo que volveré en plenas condiciones.

Helados en primavera

Nunca un helado fue tan dulce y a la vez tan amargo. Nunca pensé que podría encontrar una media manzana en un helado de chocolate.

Tan pequeña...

A veces me siento pequeña. A veces, sólo a veces, respiro lento y pienso, me siento en el botón rojo y miro anochecer. Me parece tan simple el quitar otra hoja más al calendario y tan complicado lo que significa que no estés aquí. Quizás sea eso. Doy demasiadas vueltas a las cosas. De nuevo me encojo y me siento aún más pequeña.  Tan pequeña que con mis lágrimas lleno una taza de café en la que me hundo sin saber nadar.  Miro el rincón en el que están tus fotos, tu abrigo y tus lápices de colores. Me traiciona el subconsciente y creo verte ahí sentado. Me acerco y me siento en ese lápiz amarillo con el que una vez diste color a mi cabello. Tan pequeña que me cuelgan los pies sentada en él. Por mucho que me engañe, sigues sin estar aquí, otra vez. Nubes negras aparecen en este cielo de colores grises.  Llueve y de nuevo no estás aquí para salvarme.  Tan pequeña que en mis manos llevo el corazón repleto de recuerdos tuyos.  No hago más que repet...

Cine y palomitas

Escribir cartas de amor mientras ves películas puede llegar a ser muy peligroso. Cartas en papel, ¡qué locura! Mientras idealizas tu vida escuchando las bonitas frases que dicen los protagonistas, mientras esperas ser tú algún día esa chica a la que van a buscar bajo la lluvia con un paraguas. La misma que tiene ese pelo perfecto incluso recién levantada. Ella, la chica de película.Él, el amor de tu vida. Todo es perfecto mientras escuchas la banda sonora y lloras con los últimos 3 acordes. Todo es genial. Todo salvo que estas cartas no tienen un destino. Lo que mande el viento. Como todos los jueves, metes la carta en el sobre, lo cierras y lo metes en el buzón de correos más cercano.    Esperando una "no respuesta", esperando ser una chica de película.