Desayunos con recuerdos . Un cúmulo de casualidades se dan de repente una mañana. ¿Cuántos años han pasado? ¿Dos, tres, cuatro..? Da igual. Miro la hora y ahí está. El número mágico. Respiro y me huele a aquella casa. De frente mi ordenador, suspiros de chocolate puro. Mi "colacao", en esa taza verde, me falta la caja más grande, de marca blanca, de cereales. Cereales insípidos, desayuno de estudiante . Me pierdo entre sus pompas. Lo huelo y es... Todo recuerdos. Peco de soñadora. Pocas palabras tienen sentido hoy, pero ayer lo fueron todo. A veces los recuerdos saben a chocolate. Buenos días.
Como filosofía de vida tengo la frase "coqueta a ratos, croqueta siempre". Vivo atada a un recuerdo que cosí a un pequeño botón rojo. Escribo cosas sin sentido, sin motivo y sin razón. O tal vez no.