La Chica del Botón Rojo

Todos cometemos errores, no seremos ni los primeros ni los últimos en decir “te quiero” o “adiós” a la persona equivocada. Tal vez son las prisas, tal vez es el miedo a estar solo, tal vez sea todo a la vez. En un segundo puede cambiar tu vida, tal vez cambie y no te des cuenta, en un momento sin sentido, en una mirada que no signifique nada ahora y que tal vez después lo sea todo. Todo, sí, esa gran palabra que alberga tanto y a la vez tan poco. Poco, podría ser el miedo que tengo a perderte, tal vez porque sé que jamás te irás, porque esta vez no soy de esas personas que se equivocan, porque tal vez este sea mi último tal vez y se convierta en un “esta vez somos dos” . Si todo esto lo escribo ahora es porque un día tuve dudas, porque un día decidí, tal vez, empezar un diario que llevaba tu nombre. Eres justo lo que quería. ¿Por qué será todo tan difícil? A lo mejor necesitaba recorrer todo este camino para llegar hacia ti, para volver a descubrir lo que todos, tal vez, l...

Lo sé, llevo un mes desaparecida pero entre trabajos, estudiar y vacaciones no he podido pasarme por aquí. Espero esta semana traer algo mejor que la última entrada. Mientras tanto seguid soñando pequeños saltamontes, que aún es gratis.

Cuando siento miedo, cuando sé que no puedes venir, en esas noches en las que el sueño no me acompaña, ni tú, me acerco al armario busco tu camisa entre toda mi ropa y nos sumerjo en la cama. Es increíble pero cierto, aún conserva tu olor. Es impresionante como simplemente al ponerme esa camisa el sueño que estaba extinguido viene y me lleva con él, quizás contigo también. Tirada en la cama, una vez que ya ha salido el Sol, justo en ese momento en el que ni estás despierto ni dejas de estarlo, me estiro abrazada aún a esa camisa. En cuanto pasan esos dos segundos todo vuelve a la realidad, me quito la camisa y tú no estás. Guardo esa camisa entre todas mis cosas, cojo el botón rojo  y marcho a seguir con mis días. A lo mejor es aburrido, pero nadie dijo que fuera fácil.