Y de golpe te convertiste en mi media manzana, porque las naranjas ya estaban todas cogidas. Y como si de Blancanieves se tratara, mordí la roja manzana y tras saborear su dulzura, caí al suelo con ella. Y no vivieron felices ni comieron perdices, simplemente fue un final.
Como filosofía de vida tengo la frase "coqueta a ratos, croqueta siempre". Vivo atada a un recuerdo que cosí a un pequeño botón rojo. Escribo cosas sin sentido, sin motivo y sin razón. O tal vez no.