Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de julio, 2013

Cómo conocí a vuestra madre

"Quiero esos 45 días extra contigo..."                                                                              Ojalá...

Vodka

Conflicto de ideas que se mezclan con alguna que otra copa de vodka. Ya dijeron que así todo sería más fácil. Pero de lo que no avisaron, fue de lo difícil que sería volver a la realidad. Después de tantos mareos no encuentro el camino de nuevo.

Susurros nocturnos

Susurrarte cada noche que eres tú el único que conquista todos los amaneceres cada uno de los rincones más secretos de mi cuerpo.

Resumen de estos meses

Buenos días pequeños saltamontes! ¿Qué tal va ese verano? Caluroso, ¿verdad? Aquí está siendo demasiado aunque no hay problema, bañador, toalla y ah!... Piscina. Este va a ser un buen verano y... ¿Por qué? PORQUE NO HAY QUE ESTUDIAR. Sí. Todo aprobado, y con grandes resultados que no esperaba. Sí, en definitiva ha sido duro este cuatrimestre pero, eh! Lo hemos conseguido. Wert, te lo estamos poniendo difícil, se siente. El reto está superado, ahora vamos a por tercero y un poquito de cuarto y así tan sólo queda año y medio y pumm! Esta pesadilla habrá acabado. Pero la verdad no me puedo quejar de año, tanto académico, como profesional como en todos los sentidos. El karma va dando a cada uno su lugar y eso cada vez me gusta más. Que se vean recompensadas esas tardes de un lado para otro, corriendo por llegar de una clase a otra, esos días en los que tienes que comer en 6 minutos porque no llegas, esas mañanas en la biblioteca con su sagrado café, esas 4 horas de sueño... Sí, por...

Cuentos

Apuras el café, suspiras frente al espejo y miras tu triste rostro. Cuando te fuiste te llevaste algo más que tu maleta, te llevaste mi sonrisa y el color de mi piel. Grito a los cuatro vientos que esto no volverá a pasar, que sólo los tontos se enamoran. - ¿Suspiráis princesa?

Recortes

-¿Quieres una pelea de almohadas? +  Siempre que sea contigo , asumo el riesgo de enamorarme.

Siempre que sea contigo

Desde que te vi, los segundos sin verte se vuelven eternidades. Desde que me dijiste que jamás te había llenado tanto una sonrisa, no puedo parar de suspirar a escondidas. Desde ese momento me baño todas las noches en esos ojos azules. Desde entonces han pasado años, pasarán décadas y aún seguiré queriendo comerte a besos. Perderme en tu espalda y llegar a tu rubia cabellera rizada, acurrucarme en tu pecho y dormir toda la noche. Son perfectas las caricias que deshacen mi cama. Me pierdo entre las sábanas color miel mientras cuento los lunares que hacen única tu piel. Morder tus miedos es otro de mis retos, besarte en los labios, llorar al fuego, apretar el botón rojo y gritar lo que te quiero. Siempre que sea contigo . Tú eres tan perfecto y yo tengo muchos defectos, tantas manías, que esa es una de las cosas que más valoro de ti. No cambiar mi manera de ser, tan sólo la de sentir. Sigo siendo la pequeña chica del botón rojo que se esconde entre sus libros. -¿Quieres una p...

Creo en el viento

Tanto te busqué y no encontré más que miedo y soledad. Tantos días perdidos bajo la lluvia esperando un romántico beso. Eran tus caricias las que ansiaba tener antes de dormir. Era tu risa la que se colaba en mi mente al despertar y me daba los buenos días, sin saberlo. Tanto pasó que justo ese día, gracias al viento encontré algo. Algo que llaman felicidad, algo que dicen que es único, a ti. Si no se hubiese volado aquella hoja, si no hubiese levantado la cabeza y mirar esos ojos azules, si no... Tantas cosas que ahora repetiría una y otra vez. Mañana volveré, me sentaré en la misma silla esperando el autobús, esperando esos ojos y que esta vez sean tus besos los que vuelen hasta mis labios.

Diez de la mañana

Tengo tantas lágrimas acumuladas y no sé porqué razón llorar si todo a tu lado es perfecto. Miro hacia el frente y te veo, leyendo ese libro interminable, como siempre. Me gusta verte sonreír. Echo hacia un lado el cojín amarillo, tu preferido, y dejo caer mi larga melena por el reposabrazos y miro hacia arriba. Cuando me quiero dar cuenta has dejado de leer tu libro y te acercas al sofá. Te sientas en el suelo, a la altura de mi cara y me das un beso en el cuello, giro la cabeza y me das uno en la frente. Me dedicas una sonrisa y el fiel compañero " te quiero ". No puedo sonreír más, he gastado las mil sonrisas de hoy y aún son las diez de la mañana.